Memoria histórica y educativa

DICEN que miran al futuro, pero desentierran muertos y bucean en el pasado, tratando de borrar lo imborrable. España ha presumido de transición ejemplar por todo el mundo, pero ahora el PSOE, con el apoyo de IUPP (Izquierda Unida, Pero Poquita) y algún partido más, está tratando de borrar la Historia. Lo que fue, ya pasó y la Historia (maestra de la vida) debe servir para no cometer los mismos errores. Piensen por un momento que se pretenda hacer algo parecido con la memoria histórica de la educación más reciente. Se empezaría por declarar nula la Logse. A partir de ahí, se buscarían las fosas comunes en las que yacen enterrados los suspensos de por vida, a los que sería necesario dar una oportunidad para borrar esa mancha en su expediente académico. Esa situación fue una secuela de la promoción automática y de la supresión de los exámenes de septiembre. El alumno pasaba al curso siguiente, pero las asignaturas suspensas le quedaban suspensas. Luego habría que restaurar la ignominiosa decisión de cargarse al prestigioso cuerpo de Catedráticos en Enseñanza Media, diluyéndolo en el PES (Profesores de Secundaria). La Logse había respetado el Bachillerato, pero ahora se pretende darle la puntilla. Todavía no puede borrarse, porque aún es futuro. Me refiero a la funesta idea, surgida de un gabinete teórico que nada sabe de la realidad de la enseñanza, de que los alumnos de Bachillerato puedan cursar asignaturas de segundo curso, aprobando la mitad de las de primero. El caos está asegurado en los Institutos. Todavía se está a tiempo de que no haya que borrarla en el futuro, manteniendo, por ejemplo, los aprobados pero realizando completo el curso de primero, sin incursiones en segundo.