Cerrar
Publicado por
FEDERICO ABASCAL
León

Creado:

Actualizado:

VOTANDO en su pueblo o ciudad al mejor de los candidatos a alcalde, el elector puede darle un disgusto a su propio partido, si milita en alguno, o aumentar la ilusión o la desesperanza de una fuerza política que se la trae al pairo, si sólo es militante de sí mismo. Dicho de otra manera, el ciudadano vota en elecciones municipales de acuerdo a su criterio vecinal, mientras que los partidos le piden que vote de acuerdo a los intereses nacionales, que son los que los grandes líderes del momento dicen representar. Pero el elector no es de chicle, y si quiere que el ayuntamiento le asfalte la calle o le abra una guardería, raramente votaría a unas siglas que le ofrecen a su región o comunidad abrir media docena de embajadas en el extranjero, por aquello de hacer nuevos amigos. Siempre hay algún partido que intenta convertir unas simples elecciones municipales en primarias, con la intención de crear una imagen anticipada de las elecciones generales siguientes, con intención obviamente de ganarlas. Y esta parece ser la intención ahora del PP, aunque enunciada muy discretamente, dado el cúmulo de adversidades que afectan a los populares, sobre todo por su insistencia en la autoría de los atentados del 11-M. Como líder con derecho a la legítima defensa, Rajoy afirma que él no pertenecía al Gobierno cuyo ministro de Interior, Acebes, estuvo desviando la información oficial, entre los días 11 y 14 de autos, hacia terrenos en los que daba sombra permanente la responsabilidad de ETA. Cabalgar hacia unas elecciones primarias junto a dirigentes que ya alcanzaron el 14-M su caducidad política real no augura un éxito indescriptible en las urnas, ni siquiera un éxito sin adjetivo calificativo, por lo que de primarias no se pensaría hablar hasta que, en la noche del 27 de mayo, si le sonriera la fortuna, el PP se encontrase con más votos municipales en toda España que el PSOE. Lo cual no sólo es posible sino hasta probable, pues los electores tienen más en cuenta lo que les ofrece el candidato a alcalde que las magnitudes nacionales que manejan los grandes líderes. Una excepción a lo dicho serían las candidaturas auspiciadas por Batasuna y que, a ultima hora, logren traspasar, si es que las traspasan, las barreras judiciales por los resquicios que a menudo se descubren en las leyes. La ilegalizada coalición aberzale da muestras de infantilismo político, cuando hasta ahora sólo daba muestras de irresponsabilidad política, al intentar lo que tal vez consiga, es decir, que unas docenas de ciudadanos incontaminados de vinculaciones proetarras participen en las elecciones. Serían unos concejales a los que el asfaltado de un callejón de las afueras les interesaría menos que las consignas de ETA, que llegarían después del próximo 27 a varios o bastantes ayuntamientos de Euskadi y Navarra.

Cargando contenidos...