Viejo héroe

EL MUNDO del cine acaba de conmemorar el nacimiento de Fred Zinneman, el director de Sólo ante el peligro . El scheriff Will Kane, interpretado por Gary Cooper, ya enfermo, ha quedado como un icono del siglo XX. La película nos cuenta la historia de un hombre a quien sus vecinos y amigos dejan solo, el día de su boda, ante el ataque inminente de unos pistoleros, a cuyo jefe había encarcelado años atrás y que ahora regresan para vengarse. Qué gran majestad la suya recorriendo las calles vacías, a la espera de que alguien le ayude, sin más compañía que la balada de Tiomkin. Fue considerada en su día una crítica soterrada al maccartismo. Una sociedad ingrata con quien la ha servido fielmente, el sentido del deber en la adversidad, la tibieza de quienes no desean definirse ante una injusticia, el sutil reptar de la cobardía... son algunos de los elementos mitológicos que impregnan este film. Valentía y miedo son compatibles en el corazón del protagonista, y por ello termina siendo un estorbo para todos, incluso para su prometida. Si hubiera muerto en el tiroteo, enseguida habría sido olvidado, pues el remordimiento es un sentimiento incómodo y la injuria ayuda a falsear la verdad. Kane vence a los forajidos, aunque algo de él también muere, quizá porque el destino del héroe es siempre la melancolía. ¿Sigue hoy vigente su lección de integridad y conducta? ¿Continúa Rick en su local de Casablanca sacrificándose en el altar del amor? ¿Permanece Ethan Edward tras la puerta que se cerró inexorable frente a él en Centauros del desierto ? Sí, ahí están, ellos y tantos otros. Fueron los héroes de nuestros padres, y después los nuestros. Ojalá lo sean también de nuestros hijos, como una herencia mágica. Porque, admitámoslo, lo de Spiderman es ya otra historia.