EL PAISANAJE
Infórmese y no sea un «pasmao»
UN PERSPICAZ informe de la pasma , en el argot policial de los que tenemos antecedentes policiales, según el cual puede que ETA esté detrás de las nuevas siglas Acción Nacionalista Vasca (ANV) o puede que no, ha servido de base para un salomónico auto del juez Garzón, que deja a Batasuna presentarse a las municipales. Si el auto es bueno no sé, pero así nos han vendido la moto. La prosa judicial no es precisamente una escuela de concisión literaria a lo Gracián -lo bueno, si breve, dos veces bueno- sino que a menudo suele perderse en largos vericuetos de resultandos y considerandos sobre «la parte contratante de la primera parte», según Groucho Marx. En cuanto a la policial, aprovechando que hoy es 1 de Mayo, uno aún recuerda cuando en tiempos de Franco los grises disparaban al aire en una manifa y raro era que no cayera a plomo algún currante. «Es que los obreros vuelan bajo», aclaraba luego la televisión. Mejorando lo presente cavila uno sobre qué trabajo hubiera costado poner en el auto de Garzón y en el informe de la policía cosas tan sencillas como: punto A, si no es Otegui es su hermano gemelo; punto B, hasta su madre lo niega, si lo sabrá ella; y, punto C, como habíamos quedado con él, un trato es un trato. Esto lo entiende hasta el tonto de mi pueblo, que no se pisa el haba. Los informes valen para que los políticos puedan lavarse las manos. O se las sequen cuando se han mojado en demasía. Esto lo saben todos los funcionarios, desde los pobrines secretarios municipales hasta los más altos cargos del escalafón. Aquí mismo en León hay la tira de ejemplos, dos de los cuales los viejos guardamos en la memoria como oro en paño: uno, cuando Caja España entró en números rojos y presentó el presidente socialista Villalba un informe contable de Madrid que ponía: «Debe/haber, pero no hay»; y, dos, cuando en la prórroga de la multimillonaria contrata municipal de limpieza tiraron a la basura el informe del secretario y luego lo reciclaron a él a la prejubilación. Si aquí se las gastan así, qué será allá, macho.