EL BALCÓN DEL PUEBLO
Hasta el rabo, todo es toro
LAS ENCUESTAS y el horóscopo son hijos de la misma madre y padre putativos. No creo en ninguno de los dos. Las primeras, a lo máximo, son como la foto fija de un instante determinado. El horóscopo no pasa ni siquiera el guiño de la ilusión. Estos días de precampaña nos invaden los chequeos políticos. Y como también estamos amortizando el final de la liga de fútbol, los rotativos del deporte se permiten la licencia de diagnosticar qué club va a ser campeón: Barça, Real Madrid o Sevilla. Hacen un estudio entre científico y estadístico, qué barbaridad, como si desconocieran que el fútbol es un juego. O una pasión. Si no fuera un juego el negocio de las quinielas habría muerto nada más nacer. Digo que éste es tiempo de encuestas. No voy a referirme a la gran madraza del CIS (Centro de Investigaciones Sociológicas), la cual, por cierto, pone a parir a los políticos. Otras muchas, de menor rango, nos invaden. Por ejemplo: ayer cayó una en mis manos sobre el resultado posible de las elecciones autonómicas. Cojea de los dos pies. El apartado más llamativo lo completaban los indecisos: ese colectivo de «no saben/no contestan», el mejor paraguas de los consultings. Sin embargo, la posición del PP y del PSOE es muy distinta de cara al resultado final. En el Partido Popular, Juan Vicente Herrera está preparando, si se consuma la victoria final disgnosticada, un cambio total de gobierno. Un cambio que no se atrevió o no pudo hacer en el ecuador de la actual legislatura. Además de prescindir de consejeros quemados, como la de Cultura, Silvia Clemente, o el de Agricultura, José Valín, tampoco podrá contar con la titular de Familia, Rosa Valdeón, candidata a la alcaldía de Zamora. Ya recuperado a Jesús Merino, pretenderá -dicho sea en metáfora- matar dos pájaros de un tiro: dar el boleto al eterno jefe, Tomás Villanueva, y al secretario general Fernández Mañueco. En suma, sería una renovación muy importante del actual equipo de la Junta de Castilla y León. La lógica política va por ahí. Pero está por ver. Juan Vicente Herrera no ha sido capaz de controlar la situación orgánica en León, donde Isabel Carrasco, Juan Morano y los jefes comarcales han conseguido adelantarse a todos los acontecimientos. Si no ha controlado su partido en León ¿Quién garantiza que lo hará en las demás provincias?. En el PSOE, en cambio, tanto si obtuviera un resultado suficieinte, como si lograra arrebatar la mayoría absoluta, Ángel Villalba tendría las manos libres dentro de su partido para formar gobierno. Si necesitase apoyos ajenos, debería plegarse a las servidumbres de un gobierno de coalición. Algo que no reseñan las encuestas y está más claro que el agua de una noria: O el PP gana por mayoría sboluta o no gobernará. Las cornadas recibidas por la UPL no son como los combalaches con el CDS en su día. En definitiva: las espadas están en alto, la última palabra la tienen los indecisos, y como suele decirse, hasta el rabo todo es toro.