Caos en Malasaña

DURANTE dos días consecutivos, el barrio madrileño de Malasaña ha sido escenario de sendas batallas campales entre jóvenes que practicaban el «botellón» y agentes policiales, de la Policía Nacional y de la Policía Municipal. El alcalde de Madrid ha subrayado su disposición a atajar de raíz cuantas manifestaciones de esta índole turben la paz ciudadana, pero no está claro que así se solucionen los problemas. Habrá que analizar el por qué de semejantes expansiones, en las que podrían mezclarse estudiantes de buena fe y gentes de grupos antisistema dispuestos a generar alborotos porque sí. Sea como sea, hay que exigir cordura a los ciudadanos, aunque sean jóvenes, y sentido de la medida a quienes han de reprimir sus excesos cuando se producen. Antes de lamentar una desgracia irreparable .