TRIBUNA
Zapatero saca pecho
ZAPATERO se escapó, dando una nueva muestra de desprecio al Parlamento, al «santa sanctorum» de la economía liberal y capitalista, a la sede de la Bolsa, al mercado de valores, no para «arrojar a los mercaderes del templo», sino para sacar pecho, al resguardo en la sede mercantil, de la replica de la oposición política y efectuar un descarado discurso triunfalista y de auto bombo, (dime de lo que presumes¿), utilizando determinados datos económicos favorables, en muy buena medida resultado de la extraor dinaria gestión del Gobierno de José María Aznar. Se trataba de un intento, por una parte, de encubrir las señales de alarma ya encendidas en este campo, y por otra, hacer olvidar su nefasta política territorial y su embarrancando «proceso de paz», poniendo en evidencia las carencias de su Gobierno en materia económica; materia en la que no ha hecho reforma alguna, a la que pueda atribuirse ninguno de los datos económicos favorables de los que intenta presumir, olvidándose de cosas que verdaderamente interesan a los ciudadanos, tales como la subida de la electricidad, del butano, del recibo de la luz, la telefonía, los tipos de interés y las hipotecas o del reciente informe del CIS (instituto del Gobierno) que pone de manifiesto que se ha incrementado el porcentaje de españoles que aseguran que su situación económica personal es peor que la que tenían hace tres años o de los datos oficiales, según los cuales, los españoles han visto reducido su poder adquisitivo en relación con 2003, fruto de la inflación producida. Y por si todo esto fuera poco, se cuidó muy mucho de decir en la Bolsa, en su rebosante espectáculo de auto complacencia y vacío de contenido, que la precariedad laboral se había acentuado durante su gobierno en más de dos puntos, o que la presión fiscal se había incrementado en casi un punto y medio del PIB o que las familias españolas están hoy mucho más endeudadas que hace tres años, habiéndose reducido considerablemente su renta disponible o que el coste de las hipotecas se ha incrementado en un 80%, demostrando claramente, como en el caso de los 80 céntimos del café, que vive alejado de la realidad económica de la inmensa mayoría de los españoles. Si la economía española va como dice el presidente, ¿cuál es la razón de que se produzcan crisis tan graves como la que padece en estos momentos la Bahía de Cádiz?. ¿Por qué no hablo Zapatero en la Bolsa de la drástica caída de las inversiones extranjeras en España ni de las des localizaciones? Por lo que respecta a los datos macroeconómicos, la productividad, que fue la principal apuesta de Zapatero, nos encontramos, con que el crecimiento de la misma se acerca a cero pajarero, habiendo caído en 2006 al 0,3% situándose por debajo del nivel de la Unión Europea que creció un 1%. La inflación de la que no habló Zapatero, es de las mayores de Europa. Y por último, tenemos un déficit exterior que después del de Grecia es el mas alto del mundo, desequilibrio que pone en riesgo la continuidad del crecimiento económico, crecimiento que estos momentos, depende, más que nunca del «ladrillo». Y por si ustedes creen que esto, son cosas del autor de esta Tribuna, nada mas lejos de la realidad: los amables lectores de Diario de León, pueden leer en el prestigioso diario económico británico The Financial Times, que Zapatero esconde su fracaso antiterrorista en los datos económicos y le advierte que la economía española es «muy vulnerable» y que «él no ha hecho nada para mantener un boom que se debe a las reformas del gobierno de Aznar». Y acusa a Zapatero de arrogante y de hacer muy poco para atender los desequilibrios financieros y de tener el mayor déficit por cuenta corriente del mundo, cifrado en unos 107.000 millones de e uros. Y si prefieren la prensa económica nacional, Expansión señaló que «Zapatero dibuja un mundo feliz» y que su intervención en la Bolsa «le parece una impostura tratándose de un Gobierno que ha despreciado al mercado de valores, como ha quedado patente, en la OPA de Endesa», y en parecidos términos, se ha expresado La Gaceta de los Negocios , Cinco Días o El Economista. En resumen, la intervención de Rodríguez Zapatero en la Bolsa, ha sido una puesta en escena, muy cuidada eso sí, pero a todas luces vacía de contenidos; como diría el castizo, poco balance y mucho humo, proclamando la «España de las maravillas» que él ha construido, claro, aun cuando a estas alturas de la legislatura ya no le crea casi nadie, y en este caso yo diría que nadie, pues no parece de recibo, alabar una política económica caracterizada por la inacción, excepto Endesa, y una absoluta falta de reformas.