Reflexión sobre la reflexión Inundaciones y electoralismo Una universidad poco exigente

ES MUY DURO reflexionar sobre estas dos semanas de campaña, en las que se han empleado armas no autorizadas por la convención de Ginebra ni por la decencia humana. Lo cual no supone un desdoro democrático, sino un cierto descrédito político. Y la reflexión sobre ese descrédito abre una serie de preguntas que se responden a sí mismas. ¿Quienes deberían meditar hoy, los políticos o los electores? A muchos electores le daría vergüenza valorar argumentos utilizados como minas personales durante la batalla electoral. ¿Cuánto vale realmente un voto, en dinero o en especies?, si en cierta circunscripción española se hubiera fijado con cierta improvisación en 60 euros. ¿Se debe meditar sobre el miedo pregonado o sobre la inconsciencia temeraria? ¿Sería oportuno reflexionar sobre la moral pública o sobre la ética privada, sabiéndose que ésta, en ocasiones, aplaude vergonzantemente a aquella? Se pone uno a pensar y no para, y es que el momento requiere no sólo una reflexión ciudadana sin apresuramientos, sino una autocrítica de los políticos, de todos ellos, desde la que pudieran o facilitar su relevo, para que la gente no siga viendo unos rostros que amondongan el ánimo, o su propósito de enmienda, limitándose a respetar los principios democráticos. ¿Qué es más democrática, la verdad o la mentira? Muchos políticos debieran responder a esta pregunta, pero recorriendo la lista de juicios de valor que han emitido sabiendo que, a la media hora, iban a ser falsos. ¿Meditamos sobre la fotografía de la moza que enseñó en un debate televisivo un candidato a su adversario? Lo que no requiere reflexión es el deterioro del paisaje por la codicia de quienes tienen bajo su responsabilidad la gestión del urbanismo. Y no es necesario reflexionar sobre ello porque la corrupción generalizada, pero no total, en ese área de la política y de las constructoras, grandes, medianas o pequeñas, no parece que vaya a solucionarse en las urnas, ya que las últimas concesiones de edificación se han firmado horas antes de que expirase, anteayer, el poder decisorio de los munícipes. Y no hay ninguna razón para creer que los nuevos concejales, muchos de los cuales serán los mismos que antes, van a respetar el paisaje español renunciando a los ingresos sustanciosos de las recalificaciones de suelo inmorales o claramente delictivas. ¿Reflexionamos sobre la trampa de inaugurar hospitales inacabados o sobre promesas de futuro que llevan años realizadas? Alcázar de San Juan sigue colapsada por el agua. Anteyer acudió allí Rajoy, pero fue tildado de electoralista, y el presidente Zapatero no irá hasta mañana, para no ser acusado de lo mismo, pero lo ha sido de desinterés por las calamidades castellano-manchegas. Mañana también sabremos la respuesta a las preguntas que nos hacemos hoy, preguntas que llevaban en el planteamiento su propia respuesta. 1397124194 CASTILLA-LA MANCHA destinará un fondo de al menos 300 millones de euros para los afectados por las inundaciones que el temporal ha dejado en esta comunidad. El presidente del Gobierno descartó visitar las zonas más perjudicadas por las fuertes tormentas para evitar cualquier impresión de que estaba haciendo electoralismo y Moncloa anunció que la visita se aplazaba al menos hasta mañana; Rajoy, por su parte, no tuvo ese pudor, y aun reclamó mientras chapoteaba en el barro castellano-manchego la llegada de no se sabe bien qué unidad militar prometida por el Gobierno... El electoralismo es inevitable en los regímenes democráticos, pero los partidos deberían usarlo con mayor prudencia si no quieren que el enfermizo afán de agradar se vuelva contra ellos. LA MEDIDA, que ya venía recogida en la LOE y que se acaba de materializar en una orden ministerial, afecta potencialmente a millones de alumnos de los 27 países europeos: los estudiantes de la UE podrán entrar este año en la universidad española con los requisitos de acceso que hay en sus respectivos países. En la práctica, se beneficiarán principalmente de dicha norma los alumnos de los colegios británicos, franceses, italianos o alemanes que existen en España. En total, unos dos mil alumnos al año. Está bien que la UE impulse los procesos de convergencia también en la universidad, pero resulta chocante que todas las nivelaciones se hagan siempre por abajo, como si lo moderno fuera reducir los niveles educativos, impedir la excelencia, fomentar la mediocridad.