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EL BALCÓN DEL PUEBLO

Chapuza netamente leonesa

Publicado por
JUAN F. PÉREZ CHENCHO
León

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EL RECUENTO oficial de votos del pasado domingo ha sido una gran chapuza. No es de recibo la excusa del error informático. Y menos aquí, ciudad a la que pretende convertir el presidente Rodríguez Zapatero, en referente nacional de las nuevas tecnologías. El programa informático es el mismo para toda España y los errores se produjeron sólo en León. La chapuza es, pues, netamente leonesa. El programa informático suma los resultados que introducen unos operadores y que, previamente, han sido recibidos por teléfono. En algún eslabón de esa cadena, por mala organización, se ha producido el error. Y eso debe explicarse y aclararse con total transparencia, fundamentalmente para que no se vuelva a repetir. Claro, que la chapuza no afectó tan sólo a la administración del recuento electoral oficial, sino también a los principales partidos políticos. Todos tenían en sus sedes, desde la misma noche del domingo, copias de las actas de las mesas electorales que habían sido enviadas por interventores y apoderados. Y han tardado tres días, tres, en sumar las cifras, o han tenido que esperar a que las sumara la Junta Electoral Provincial. Así que tampoco están para presumir ni de organización ni de diligencia. El resultado final de las elecciones municipales en la provincia ha sido que el PSOE sacó mayoría de votos, que la criatura del PAL-UL, pese a venir de nalgas, le ha privado a la UPL de dos diputados provinciales, y por esa carambola, el PP obtuvo mayoría absoluta en el Palacio de los Guzmanes, pese al desguace que la actual dirección del partido ha hecho en buena parte de la provincia. Por eso mismo, a pesar de los datos erróneos que manejó este balcón para vocearlos el pasado jueves, mantengo lo esencial de las valoraciones políticas. El resultado electoral disparó, en un primer momento, las voces críticas dentro del PP, y una vez rectificado, ahora son como ecos ortodoxos dentro del PSOE provincial. Se achaca el no haber conseguido el gobierno de la Diputación, además de a los disparates cometidos en Villaquilambre y Ponferrada, en Valencia de Don Juan o en el partido judicial de La Bañeza; se achaca, digo, a cuatro años de mansedumbre, sin ejercer de oposición. Tal es así, que en el grupo socialista la mayoría de diputados han ejercido de mudos. Ni una sóla vez intervinieron en un pleno. Y mirando más hacia dentro, hacia la vida orgánica, también se achaca a que no ha existido durante los últimos cuatro años la Secretaría de Política Municipal. Y por último, también se achaca el resultado a que dejaron la confección de buena parte de las listas municipales y la campaña electoral en manos de Amor Franco, una pitonisa probada en el arte de enhebrar los hilos internos. Lo que parece claro es que, tanto populares como socialistas leoneses, son ollas a presión en las que hay muchos que piden una urgente renovación de dirigentes para no repetir chapuzas o seguir en manos caprichosas y arbitrarias.