LA BRÚJULA
En memoria de Fuentes Quintana
HACE UNOS pocos años nadie, al menos entre los de nuestra profesión y vocación, temía verse en la obligación de redactar unas líneas apresuradas y llenas de congoja para dar cuenta de la terrible pérdida que desde la noche del 6 de junio sufre la gran familia de los economistas españoles. Bajo el rudo golpe de la noticia difundida inmediatamente por todos los medios de comunicación del país resulta ciertamente imprescindible trasladar a los demás la pesadumbre que, ustedes lo comprobarán, desborda las fronteras estrictas de la Economía para hablar, también, de Enrique Fuentes Quintana como ciudadano ejemplar, siempre dispuesto a dar más de lo que recibió. Enrique Fuentes Quintana nacido el 13 de diciembre de 1924 en Carrión de los Condes, en la provincia de Palencia, donde recibe ya el descanso que ha merecido después de muchísimos años de brega. Hoy, cuando escribo lo que jamás creí me correspondería hacerlo, después de una mistad forjada ya en 1955, y que es de dominio público, cuando más allá de lo que imaginaba acerca de qué y cómo he de decirles en este in memoriam . Y antes de entrar en la inacabable referencia de sus tres oposiciones a Cátedra, muy brillantes todas, a la Cátedra de Economía y Hacienda de la Universidad de Valladolid; después de sus oposiciones a la Complutense y a la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED) pero siempre que hablábamos de nuestras respectivas carreras universitarias, Enrique Fuentes no dejaba de recordar su condición inicial que fue ni más ni menos que la de maestro nacional.