APOLOGÍA DEL BIEN
Culto a la democracia
LOS DISCURSOS éticos se construyen con palabras llenas de contenido y con conceptos que nos hacen comprender el verdadero sentido del discurso. Los discurso malvados -tenemos muchos individuos malvados en todos los escenarios- se construyen con palabras abstractas y vacías que no dicen nada concreto. Precisamente, por eso convencen a la mayoría de las personas con pocas luces. También hay medios de comunicación que cultivan la maldad. La manipulación que se hace a cuenta de ETA ilustra lo que es el discurso perverso. Hace tiempo que las palabras más repetidas en los discursos son democracia, demócrata, democrático y libertad. Mal asunto cuado se recurre a decir que somos demócratas. La cuestión de la democracia hay que plantearla a mayor altura, desde lo más alto de la teoría y del práctico. La democracia existe cuando los ciudadanos nos educamos en la cultura democrática y sabemos que somos los ciudadanos los que decidimos siempre nuestra forma de vida democráticamente y sabemos también que el concepto de democracia en englobante: incluye la garantía de vivir en un sistema social equitativo capaz de educar a todos los ciudadanos de tal forma que a la vez que sabemos que recursos necesitamos para vivir, los producimos y los repartimos equitativamente, tanto si son los servicios públicos de calidad como el salario. No se puede creer que el juego rastrero que utiliza algún partido para acceder al poder es democrático. La realidad es que no estamos en un sistema de democracia real, sino ante un simulacro de la democracia. Nos hablan mucho de democracia y cada día nos alejamos más de las prácticas democráticas. Mientras nos aburren con la palabrademocracia -hasta Bush se atreve a decir que llevó la democracia a Irak- la dictadura del mercado que impone el imperio de las multinacionales avanza velozmente. Aporrearnos a la vez con la democracia y la libertad, y obligarnos a tragar la dictadura del capital es una maldad intolerable. Pretender hacernos creer que es compatible la democracia con la dictadura del mercado, es hacernos creer que lo imposible es posible y por tanto el mayor engaño del siglo XXI. La gente siempre ha vivido engañada con valores ficticios como patria, bandera, etcétera, muy útiles para manipular a las masas. En España, por ejemplo, hace veinte años que nos dicen que va muy bien la economía y una de cada cuatro personas viven en la pobreza. La mayoría de los que trabajan reciben en torno a mil euros, mientras los presidentes, consejeros y altos directivos de las grandes empresas reciben ingresos que superan la media de un millón de euros. Estos datos lo podemos extrapolar a otros países, incluyendo a EE. UU. Evidentemente estas diferencias en una democracia real no serían posibles. . 1397124194