El fiel de la balanza

SE NOS advierte que circular a 110 kilómetros por hora por una vía urbana puede llevarnos de cabeza a la cárcel a partir del próximo otoño una vez se consume la reforma pertinente del Código Penal. Estamos ante un asunto polémico donde los haya pero cabe preguntarse si no estaremos errando el camino al abusar de la vía represiva para encarrilar la convivencia. Ciertamente ya existen las figuras delictivas, la imprudencia en particular, que protegen a toda la sociedad de nuestros excesos. El sentido común nos dice que este tipo de problemas habría de resolverse en positivo, mediante la persuasión y la pedagogía. El problema es que la cruda realidad nos alerta de que la irresponsabilidad es algo cotidiano. ¿Dónde poner el fiel de la balanza? La difícil respuesta causa desazón.