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Publicado por
ROBERTO L. BLANCO VALDÉS
León

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AYER se constituyeron con toda normalidad miles ayuntamientos en España. Lo hicieron por octava vez desde que, en 1979, elegimos los primeros consistorios democráticos. Y lo hicieron en una fecha señalada: al día siguiente del 30 aniversario de la primera consulta electoral tras el franquismo, que abrió el período más largo de libertad y prosperidad de nuestra historia. La alegría de la jornada se vio empañada, sin embargo, por una noticia tan mala como completamente previsible. Y es que ayer tomaron también posesión de sus escaños mas de 400 concejales de ANV, una cuarentena de los cuales fueron elegidos alcaldes en otros tantos municipios del País Vasco y de Navarra. Que esos concejales y esos alcaldes lo son, en realidad, de Batasuna es algo que ya no pone en duda ni siquiera la dirección del Partido Socialista que, en un acto supremo de cinismo, ha decidido expedientar a un concejal de un pueblo de Navarra (Sartaguda) por aceptar salir alcalde con los votos de ANV. De esa ANV, ¿lo recuerdan?, que, hace tan sólo un mes, era, según la vicepresidenta de la Vega, una más de las candidaturas «pacíficas y legales», que concurrían a las elecciones municipales y autonómicas. ¿Legal? ¡Que duda cabe! Legal porque así lo decidió el Gobierno, que impulsó un bochornoso proceso de anulación de la mitad tan sólo de las listas de ANV. La decisión del Gobierno, movida por su interés en retardar lo inevitable -el comunicado de ETA poniendo fin a una tregua inexistente-, obligó primero al Tribunal Supremo y luego al Constitucional a hacer una pirueta jurídica literalmente increíble para poder elegir lo malo (la anulación parcial de las candidaturas de ANV) en lugar de lo peor: la aceptación de todas ellas. ¿Pacífica? Bueno, depende de lo que entendamos por pacífico. Muchos candidatos de ANV se cansaron de intimidar durante la campaña electoral a sus competidores, pero ninguno ha condenado ni el final de la tregua, ni los atentados que se han producido desde entonces. Según ANV, esa palabra -condenar- está «maldita» y no sirve para «buscar soluciones al conflicto». ¿A que les suena? Su violencia de ayer, urnas por las ventanas incluidas, ¡como cualquier grupo fascista que se precie!, los mostró de nuevo sin careta. Sí, Batasuna ha vuelto a los ayuntamientos, pese a que millones de personas sabíamos que así sucedería si se daba a ANV vía libre. De que sus miembros amparen el terrorismo sólo son responsables ellos mismos. De que puedan hacerlo otra vez desde las instituciones, habrán de responder el Fiscal General del Estado, el Ministro de Justicia y el presidente del Gobierno.