Brindis al sol

CUANDO ESCAMPE, que va siendo hora. No hacía falta tanto esparabán para que el socialista Francisco Fernández fuera el nuevo alcalde de León, más que nada porque sobraban razones de peso y sin vuelta de hoja: era el más votado, y punto. No como la otra vez. Sus socios de la UPL para la mayoría absoluta, sin embargo, han querido vestir el santo con un pacto por la autonomía de León solo, y digo yo que se referirán a León capital, porque a saber lo que piensa el PSOE de San Andrés del Rabanedo, del barrio de Pinilla para allá, los compañeros de Ponferrada y demás soplagaitas del Bierzo, en Villablino, que, parecen en Babia, o en La Bañeza, y Astorga donde la gente casa apolíticamente con mozas de Benavente sin preguntarle al catastro. Dicho esto, quede igualmente sentado que uno está también hasta los mismos de la Junta y la prepotencia burocrática de Valladolid, que ya no tiene remedio. Como no lo tiene tampoco el error de cálculo de los estrategas electorales del PP, que inundaron la provincia de consejeros pucelanos en campaña, como zorras para cuidar la gallina y alborotar el gallinero. La prueba es la Diputación, donde por poco Silván tiene que salir silbándole un requiebro a la exconsejera Carrasco. ¿La alcaldía de León a cambio de la autonomía uniprovincial para la UPL? ¿Van a dimitir los procuradores en Cortes del PSOE o no son de la misma empresa? ¿Son pactistas o pancistas? Nos estamos aburguesando, como diría Bob Dylan. Y, ya puestos a la guitarra, servidor tampoco puede menos que preguntarle al viento, ahora que se cumplen treinta años de la transición, aquello de «mi voto me lo robaron/anoche cuando dormía/¿Dónde estará mi escaño». El folk de aquí tampoco es manco. En cuanto al nuevo alcalde de León, Paco Raquetas de apodo amistoso, opino seguramente lo mismo que su perro Sumo y mi Canito . Siendo los cuatro bajos, aunque no de estampa ruin, felicitades, macho, por haber ganado las elecciones. Pero en cuanto a los pactos y como ya somos viejos, de perro a perro, a otro con ese hueso.