Diario de León
Publicado por
ANTONIO NÚÑEZ
León

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HA PROMETIDO el nuevo concejal upeelero Abel Pardo que todo paisano que no haya mamado el lleunés -o lliunés , a ver si se aclaran-con la leche que mamó podrá hacerlo ahora con una beca municipal. Como en las ikastolas, Galicia o Castelldefels habrá también aquí escuelas públicas carísimas para saber cómo le llamaba el abuelo al botillo o a la cecina, eso cuando los olían. Y, ya de paso, traducir al habla o parla de nuestros antepasados palabros tan globalizadores como euro, Internet o spunic, el primer aparato en órbita. No se imagina usted la cantidad de gramáticos sobrevenidos que están preparando ya oposiciones a funcionario del Ayuntamiento. Por cierto que «enchufado» se escribe conectu a la calambre , naturalmente presupuestaria. El saber no ocupa lugar, solían decir nuestras abuelas sin sospechar el número de plazas que van a quedar vacantes en la nómina municipal. Según el interventor, las pobrinas arcas del Ayuntamiento no dan más que para dos o tres pupitres y, en cuanto al transporte escolar, el alumnado cabría en un taxi. Pero ojo al parche, a los números rojos y a las otras letras -de cambio- cuando Pardo echa la lengua a pacer. ¿Para qué vale el lleunés ? En New York pa naide lo mismo que el euskera, el catalán o el gallego de la miña Rosalía, la que convertía el fino orballo contra los cristales en poesía. Allá por las altas balconadas de Manhatan se chamuya el spanglish y no tiene pérdida, al contrario que un vuelo charter de Pardo, Ibarretxe y Carod-Rovira. Cantinflas y yo nos entendemos mejor por aquellos andurriales. Del lleunés en mi familia hace tiempo que ni fu ni fa. Sólo recuerdo que mi tía Felisa me abroncaba de pequeño por dejar la bombilla encesa en La Bañeza y de que otra prima mía de La Cabrera se meaba patas abajo y luego decía «los mis chapines están mollaos». A estas alturas del debate autonómico desconozco igualmente si vocablos como «so» o «arre» son de la mi cultura o de la de Abel Pardo, porque ambos somos dicharacheros. La burra delante, para que no se espante.

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