Diario de León

EL BALCÓN DEL PUEBLO

Situación gangrenada

Publicado por
JUAN F. PÉREZ CHENCHO
León

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EL DIAGNÓSTICO parece seguro. Han coincidido el edil Ibán García y la corregidora Ana Luisa Durán al asegurar que las prioridades en los ayuntamientos de León y de Villablino pasan por recortar gastos y ajustar las respectivas plantillas municipales. Es de sobra conocida la catastrófica situación económica que atraviesan los dos municipios. Según la magnífica entrevista de Ana Gaitero al ex-concejal Alejandro Valderas, éste calcula la deuda del Ayuntamiento de León en 47.000 millones de las antiguas pesetas. La cifra, para una ciudad de 147.000 habitantes, es escandalosa. De Villablino ni siquiera se sabe la cantidad real de la deuda. De hecho, el ayuntamiento lacianiego, según se informa, hace meses que no paga a la Seguridad Social ni a Hacienda. Eso, para una empresa privada, sería delito. Está bien que, desde el primer momento, los responsables de ambos municipios se propongan meter mano a esa situación gangrenada. Cuanto más se tarde, más se habrá agravado. Yo creo que, o lo hacen durante el primer año de legislatura, o no lo lograrán. A todas las corporaciones anteriores se les pasó el arroz. Lo que deben saber con seguridad es que en la labor de saneamiento van a tener la comprensión y el respaldo de todos los ciudadanos sensatos. Y, muy especialmente, de todos los contribuyentes que pagan religiosamente sus impuestos. Hasta ahora han estado viendo cómo los fondos públicos se escapan en esos municipios como el agua en un cesto. Y si la gestión en los dos municipios necesita rigor, determinación y tenacidad, a nivel político también es necesario el bisturí. Hay gangrenas que ya no admiten antibióticos. La situación del socialismo berciano es la de una olla a presión. Por un lado está el sector que encabeza el secretario comarcal, Antonio Canedo, al que se le ha ido arreglando el «puzzle» para recuperar puestos clave para la agrupación local de Camponaraya y sus afines. Por otro lado, está la agrupación de Cacabelos, con su corregidor, José Manuel Sánchez al frente, y con el senador Pepe Jiménez como concejal de refuerzo, quien además lidera otras agrupaciones de la comarca descontentas con el monopolio que ejerce Antonio Canedo. Paradójicamente, en medio del fuego cruzado, se encuentra la agrupación de Ponferrada, desde hace años transformada en una jaula de grillos. Sus malos resultados en las pasadas elecciones municipales son aprovechados para convertir a Ricardo González Saavedra en chivo expiatorio. Lo cierto es que Saavedra no es responsable de que los dirigentes socialistas recurrieran a él para encabezar la lista, después de que se negasen a convocar elecciones primarias en la agrupación de Ponferrada. Esos dirigentes son igualmente corresponsables del mal resultado. No pueden ahora lavarse las manos como si no hubieran tenido nada que ver. En el fondo, además se reprocha al sector liderado por Antonio Canedo su gran proclividad a llegar a acuerdos, entendimientos y repartos de poder y de parcelas con el PP, muy en especial con el alcalde de Ponferrada, López Riesco, y con el delegado de la Junta, Eduardo Fernández, para mantener su situación de control. Con los apuntes esbozados, no dejará de crecer, en los próximos tiempos, la tensión entre las diferentes agrupaciones, familias y sectores del Bierzo.

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