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Publicado por
FEDERICO ABASCAL
León

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LA PRÓXIMA campaña electoral ya ha empezado, con ocho meses de antelación, y el PP estaría decidido a volcar en ella todo su ardor político y guerrero. En la sede 'popular' de Génova 13 se trabaja con la firme esperanza y la esperanza contundente, porque el partido siempre valora las actitudes contundentes y firmes, de que la victoria está al alcance de la mano. Pero hay que medir minuciosamente los niveles de agresividad y de mesura en los discursos confeccionados para Rajoy, sin abandonar obviamente las directrices marcadas desde hace tiempo, que son las de devolver al PSOE todas las bofetadas recibidas, ojo por ojo, diente por diente. La falta de inhibidores de frecuencia en los vehículos de nuestras fuerzas de interposición al Sur del Líbano se maneja ya por los protagonistas secundarios, como Zaplana, para crear la contrafigura del accidente del avión Yak 42, en el que perdieron la vida sesenta y dos militares españoles. En la sesión de control al Gobierno, Rajoy incrustó ayer con toda lógica política una pregunta de apariencia inocente a Zapatero sobre las medidas que va a adoptar el Gobierno para la seguridad de nuestros soldados desplazados al Líbano. La confusión sobre el retraso en la entrega de unos inhibidores de frecuencia encargados hace ya meses, junto a informaciones aún insuficientemente claras sobre los riesgos previstos e imprevistos por la jerarquía militar en la tarea de interposición entre el ejército israelí y los guerrilleros chiítas de Hezbolá, con la aparición en el territorio de tentáculos de Al Qaeda, componen un delicado argumento para el debate político. Y el PP lo va a utilizar para el hostigamiento al Gobierno. Desde el pasado lunes, y tras la reunión habitual en la sede de Génova, Rajoy da la sensación de moverse con desacostumbrada soltura y como si estuviera estrenando libertad. En ningún momento deja de señalar cuáles son las obligaciones de un presidente de Gobierno, a las que Zapatero no atendería, por lo que añade que él, Rajoy, está dispuesto a asumir las obligaciones que el responsable desatiende. Por ejemplo, explicar a los españoles lo que el presidente no explica y el diario etarra Gara se dedica a revelar, con una credibilidad perfectamente descriptible. Y así en todos los asuntos, incluido el silencio de ZP sobre la muerte en el Líbano de nuestros seis soldados durante los dos días siguientes al atentado.cuerda o el de un luchador «implacable» contra la banda terrorista. Y tampoco favorece la estrategia del líder popular el hecho evidente de que un atentado islamista contra los militares españoles en el Líbano no puede compararse con la contratación rocambolesca del Yak 42. Rajoy está en campaña, más suelto que nunca y como si el partido apostase definitivamente a su carta, dejándole jugarla como bien le parezca.