LA VELETA
En la cresta de la ola
EL PRESIDENTE Zapatero miró hace semanas los niveles de su motor gubernamental, y comprobó que estaba muy bajo de aceite. Se calienta demasiado un motor subiendo la dolorosa pendiente de un atentado terrorista como el de la T-4 del aeropuerto de Barajas o afrontando la muerte en el Líbano de seis soldados españoles. De ahí que completara ZP los niveles de su equipo ministerial mediante una remodelación orientada a dar un nuevo impulso a su gobierno. El presidente, sin embargo, no ha actuado en legítima defensa, tras los golpes que le ha propinado últimamente el destino, junto a sus errores sobre la catadura de ETA, sino, al contrario, dando un paso al frente para explotar su éxito en el reciente debate. Subido a lo alto de la ola, anunció por sorpresa cuatro cambios en el gabinete, aunque sólo se produjeran tres despidos. Tiene Zapatero el laicismo metido en la sangre, y así pudo anticiparse, nada más conocerse el nombramiento del investigador Bernat Soria como ministro de Sanidad, que los obispos iban a reaccionar ardientemente en contra. Soria dirige en Andalucía el Centro de Biología Molecular y de Medicina Regenerativa, el cual despierta recelos morales en el Episcopado español y en amplios sectores del catolicismo, dado lo avanzado de la investigación del equipo de Soria sobre lo relacionado con las células madre. El ministro in pectore aseguraba que va a seguir dirigiendo el centro, al que dedicaría fines de semana y horas vacacionales, «como hasta ahora». En contra de lo que dijo Rajoy tres horas y media después del anuncio oficial de la remodelación, la legislatura no parece agotada, ni los cambios ministeriales serían pura cosmética, pues a cada nuevo ministro/a le espera en su mesa de trabajo una ristra de problemas muy complejos, como la vivienda a la desplazada Carme Chacón, o a la desplazada Elena Salgado nada menos que la Ley de Bases de Administración Local, a ser pactada, si posible fuera, con el PP. Y el novelista/crítico literario/poeta César Antonio Molina deberá fijar con Solbes el canon digital, la conversión del museo Reino Sofía y la apetecible inauguración de las obras de ampliación del museo del Prado. Zapatero parece un experto en salir a flote de circunstancias que le habrían puesto al borde de la asfixia política, y ahora no sólo vive en un estado beatitud activa, mirando de reojo los daños colaterales que el debate sobre el estado de la Nación han producido en el PP, sino que habla del futuro como si ya hubiera cobrado en las urnas la próxima legislatura. La joven Carme Chacon, nueva titular de Vivienda, habla de la vivienda como de un problema generacional, y llama a la responsabilidad de las tres administraciones concernidas para que la vivienda deje de ser un sueño y se convierta en un derecho de todos, como la Constitución prescribe.