Asedios

POLIORCÉTICA son las artes y las ciencias que intervienen en el asedio de una ciudad siempre llena de inocentes. Robert Graves escribe 5 tipos de Poliorcética en su biografía del general Belisario, y los medievalistas tienen perfectamente clara la relación entre el desarrollo de la artillería y la evolución de la altura y el grosor de las murallas. Poliorcética, ahora mismo, el arte de asediar al ciudadano para conseguir su voto mediante un discurso y unos modales con los que podría tener muy poco que ver. De aquí a marzo de 2008 el español en vigencia electoral va a sufrir un asedio en dos frentes bien distintos. El frente costumbrista, por así decir, vendría a ser la prolongación de los discursos del PSOE y del PP abrazados a una exuberancia de calentones que nos conducirán al hastío más irredento. Si esos gallos del PPy del PSOE hubieran entrado hace unos días en su rústica agresividad verbal, la cosa sería más llevadera. Pero llevan así tres años, un tiempo suficiente para que hubieran entrado en la consideración de que lo más realista del asunto es que el asesino está a la vuelta de la esquina, y que cualquier intento de compresión de sus propósitos puede servir de cobertura a sus actos. O para que hubieran llegado a la conclusión de que cuando se está en minoría no es bueno buscar la seducción de los demás con una retórica del soplamocos o una pirotecnia del desatino. ¿qué tiene más interés, la improbable presentación de unas actas o la delirante puesta en duda de la inocencia de un gobierno experto, por otro lado, en disfrazar sus iniciativas más oscuras con el atuendo de una inefable virginidad democrática? Tal será el monótono tejido de la verborrea costumbrista con la que el PSOE y el PP intentarán llevarnos por los morros al huerto. Al otro lado de ese frente costumbrista resopla tenebroso y paciente el terror de Al Qaeda y ETA, esperando el momento de quitarnos de la nuca su aliento para meternos en su lugar un tiro. Este frente parece inevitable, pero de aquel, del costumbrismo hecho discursos político en pos de una crispación, ¿no cabría esperar algo más de piedad para con el electorado ya que no de respeto entre sus protagonitas para consigo mismos?