AL DÍA
El PNV de Imaz
QUIZÁS el titular sea la confrontación entre las políticas de Josu Jon Imaz e Ibarretxe. Quizá sea cierto que sobre ello bascula parte del futuro del PNV y obviamente de Euskadi. Pero sin embargo en el escrito de Imaz, y en general en sus posicionamientos discretos pero firmes, lo que alumbra es la posición de un político coherente, que no solo lleva años bregando por una formulación de la política sin veleidades ni asomos de complacencia con la izquierda radical y la violencia, sino que esa formulación la discute y somete a debate en su partido con poco usual claridad en la s vidas partidarias. Imaz ha ido desarrollando una política diferenciada de la del lendakari y también de su oponente Joseba Eguibar, y es precisamente esa diferenciación lo que ha llevado a ETA a hablar siempre, en sus comunicados de violencia, del PNV de Imaz, queriendo con ello incentivar una nueva crisis o escisión en el PNV, tal y como se ha apresurado a anunciar de inmediato Mayor Oreja. Si hasta hace un tiempo no era posible ver en el PNV una posición de confrontación con ETA y su violencia, la llegada de Imaz a la primera línea de la política vasca cambió todo ello sustancialmente, pero su reciente artículo no sólo es antiviolento, sino que marca una nueva estrategia con principios asentados en una formulación de la democracia que transciende a un simplificado juego de mayorías, y que formula con toda intensidad: «No imponer, no impedir». Las posiciones de Imaz, también del PNV, han sido de claridad meridiana en relación con las negociaciones del fin de la violencia, y en las iniciativas de gobierno, que cupo foral incluido, han permitido al País Vasco desarrollar políticas de indudable eficacia, incluidas algunas como la euro región con Navarra y País Vasco francés, que no por complejas presentan un obvio alcance. Pero el nuevo discurso de Imaz asienta una política que permitirá disminuir la tensión social entre los nacionalistas y aquellos que no, y más allá de titulares entiendo que es ahí donde Imaz formula su política más extraordinaria: Erradicar la confrontación. Para darle una oportunidad a la sociedad vasca y cerrar el paso a ETA.