Vuelve el Tour
FELIZMENTE el Tour ha vuelto por donde solía. El paso de la ronda francesa por los Pirineos ha sido como una pócima milagrosa que ha vuelto a enganchar a los aficionados que, después de lo que ha llovido sobre esta gran carrera, estaban como sonámbulos. Y en esta resurrección están teniendo un protagonismo indudable los ciclistas españoles. Hay una generación «emergente» que permite ser optimista y vaticina jornadas de gloria para el ciclismo español y para el ciclismo en su conjunto; un deporte que reúne, como ninguno, la épica del esfuerzo llevado al límite. Ver el pundonor de Vinokurov, ver atacar a Alberto Contador, a esa roca danesa llamada Rasmussen y ver los nombres españoles en la cabeza de una etapa tan dura reconcilia con el Tour. Ojalá que esta sana admiración no se rompa.