Sólo negocios

LOS DE El Jueves han hecho un buen negocio. Para lograrlo asumieron riesgos, empresariales y de los otros. Ni siquiera idearon un gran gag o una caricatura excelente. En ciertas operaciones no caben complejidades metafísicas. Los autores argumentan que no deseaban injuriar a la Casa Real. Tan sólo aplicaron la máxima Corleone: no es personal, sólo negocios. Dibujar a los Príncipes en pijama hubiera sido rebajarse al humor de Epi y Blas. Acebes ha criticado el dibujo pero ha cuestionado el secuestro de la revista; viniendo de él, eso sí que ha sido un buen golpe. A mí el dibujito me hubiera parecido igualmente ofensivo si los caricaturizados hubieran sido otros. No es que uno se haya quedado en Mihura, que no es mal lugar para quedarse, pero aún creo que el humor es la mejor de las aristocracias posibles, oración de los perdedores, luz en la noche, que nos conecta con la verdad, o mejor con su búsqueda. Disfruto con una grosería divertida, pero en el ámbito de lo privado. Quien no sabe cambiar de registro es un aburrido y un aburridor; pero, aún es más temible aquel que confunde los foros y cómo expresarse en ellos. Algunos argumentan que la familia real no debe ser intocable... de acuerdo, pero insistamos: ¿acaso la misma caricatura no hubiera sido igualmente reprobable con otros personajes? Los límites no siempre son limitaciones. Por ejemplo, no permito que me cuenten chistes sobre personas con minusvalías psíquicas. No cuestiono las grandes posibilidades humorísticas de lo zafio, pero hay que tener detrás algo más que mala leche e ingenio para no quedarse en un mero exhibicionismo de vulgaridad cruel. El jueves buscó escandalizar y lo logró. Y ha hecho caja. Si bien no podría definirles qué es el humor, aún sé que se escribe con hache.