Proporcionalidad

LOS PERIÓDICOS nos ofrecieron la segunda versión de aquel pleito que tanta polémica provocó. Esencialmente, se trataba de que un padre, que había recibido una respuesta irrespetuosa de una hija de 16 años, la golpeó con la zapatilla y fue condenado a 3 meses y 21 días de prisión, y se dictó una orden de alejamiento de su hija de más de 15 meses. Dos concepciones de la disciplina, por simplificar, porque cabría hablar de doscientas. Ahora, la Audiencia alicantina ha estimado el recurso de apelación contra la sentencia y recuerda que el padre no tenía intencionalidad delictiva y que es conveniente mantener el principio de proporcionalidad entre actuación y sanción. En el caso juzgado, más allá de la idea que cada cual pueda tener de la disciplina, la discusión familiar o amical se trasladó precisamente a la posible carencia de proporcionalidad en la sentencia inicial . Desde Aristóteles, la justicia es un medio entre el exceso y el defecto, entre lo demasiado y lo demasiado poco, pero es más, los clásicos llegan a afirmar que lo justo se confunde e identifica con lo proporcional. En un seguimiento de la actividad judicial realizado a través de los medios de comunicación, puede uno tener la sensación de que se ha perdido en alguna medida el sentido de proporcionalidad en las resoluciones. Leemos una sentencia del Supremo de dos años de prisión para un catalán de Mongat, por molestar a sus vecinos, incluso de noche? y eso que se ha rebajado la condena por algunos eximentes. Lo cierto es que el Tribunal Supremo lleva algunos meses, cuando menos, con sentencias bien severas en materia de contaminación acústica, incluyendo penas de cárcel, e incluso con motivo de alguna de ellas llega a apuntar que la respuesta legal en forma de prisión «ni debe causar extrañeza ni debe estimarse quiebra del principio de proporcionalidad». Algo requiere meditación cuando parece que no son pocos los administrados que no entienden la dureza de ciertos fallos.