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Publicado por
FEDERICO ABASCAL
León

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AFIRMABA ayer Ángel Acebes en Palma de Mallorca que Magdalena Álvarez, titular de Fomento, «no puede seguir un día más en el cargo». Esa urgencia en la defenestración de la ministra vendría justificada por la falta de soluciones «después de los días que llevamos», frase en la que el dirigente 'popular' se identificaba con los sufridos barceloneses, a los que la señora Álvarez «ha agotado la paciencia», junto a los apagones eléctricos y el retraso o la cancelación de trenes de cercanías. Cuando Acebes coge en sus manos un asunto, lo maneja en serio, por lo que nada más verse ayer ante los periodistas locales comunicó al presidente Zapatero lo que debía hacer, sin pérdida de tiempo: «hay que empezar cesando a la ministra». Las cosas por su orden. Primero, el cese, y después ya se irá viendo lo que recomienda la conciencia política. No era, la de Acebes, la forma más entusiasta de celebrar el primer aniversario de la entrada en vigor del «estatut» de Cataluña, efeméride que el 'president' Montilla aprovechó para publicar un artículo en el que culpaba de los problemas de infraestructura de estos días a la falta de inversión. Pero el «estatut» evitará que se repitan en el futuro estas carencias. Y el conseller de Relaciones Institucionales y de Interior de la Generalitat, Joan Saura, añadía que estos problemas revelan «que el estatut hacía falta». Y hacía falta porque, precisaba Saura, «llevamos diez años con unas inversiones ridículas». La Generalitat parece disculpar a Magdalena Álvarez de tanto infortunio como vienen padeciendo muchos barcelonés, y pobladores del entorno de Barcelona, al atribuir los fallos actuales a la cicatería de los gobiernos del PP a la hora de invertir en infraestructuras catalanas. Lo bueno es lo que hace el Gobierno Zapatero, si creemos al portavoz socialista López Garrido, según el cual se deben pedir disculpas a los usuarios catalanes, pero añadiendo que los problemas provienen de la época de los gobiernos «populares», en la que se «dio un bajón a las inversiones en Cataluña, y que sólo ahora se ha podido recuperar, invirtiendo un 50% más en infraestructuras que en la legislatura anterior». Estos juegos de navajeo político, realizados con argumentaciones llenas de finísimo humor y muestras de gran inteligencia, resultarían refrescantes hasta en una playa tórrida al mediodía, leyendo en el periódico que Acebes se asombra de que Zapatero esté de vacaciones mientras ciudadanos sufren por el caos de Barcelona, cuyos «responsables tienen nombre y apellidos», por lo que sólo haría falta cesarlos. Pero ahí Acebes se ha pasado un pelín, porque atribuye la responsabilidad al PSOE y a Zapatero, y a ver como empiezan tantos socialistas a cesarse unos a otros, y en qué orden, y sin saber qué se hace luego con ellos.

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