Diario de León

EL PAISANAJE

Elegancia social del topillo

Publicado por
ANTONIO NÚÑEZ
León

Creado:

Actualizado:

ANDA LA JUNTA de cabeza -o de culo, según se mire- echando las cuentas de la plaga de topillos, en total 750 millones de ratonines que, divididos entre los habitantes de Castilla y León, arrojan una renta per cápita de 350 bichos. Y, después de rascarse mucho la boina, los sindicatos agrarios quieren tomarse la justicia por su mano a base de estricnina o algo parecido. Alto ahí. En el campo nos hemos criado todos muy bestias, tanto a dos como a cuatro patas, hasta que llegaron las subvenciones de la PAC, que no es cuestión de perder ahora con las placas solares en la era, el ordeño por Internet y la cocina bilbaina de carbón con vitroparabólica. Hasta el carea del pastor lleva collar de mando a distancia. En la crisis de los topillos se impone la elegancia social del regalo. Dado que su precio en origen está tirado, como el de las lechugas antes de pasar por el spar de El Corte Inglés la consejera de Agricultura, señora Clemente, bien podríamos deshacernos de algunos obsequiándoselos en jaulas o mallas. Y quien dice a ella dice a la ministra Narbona, otra que tal baila. a Sarkozy y sus labradores franchutes de diseño, y al Parlamento de Bruselas, ciudad famosa antaño por sus delicadas coles y hoy por los europarlamentarios setos y setas que echan raices allí. No vea usted el estropicio y lo poco que iba a tardar en ilegalizarse Greenpeace y subir en Bolsa los sulfatos. El tarjetón podría ser: «contra el calentamiento global, del visón al topillo». Plagas como ésta sólo se dan en la Europa ecologista y rica, siendo impensables, por ejemplo, en Africa, cuya cadena alimentaria daría de comer primero a los monos y después a una merienda de negros, los cuales acabarían corriendo delante de los leones, de ahí la agilidad de Eto'o en el Barça. De paso nos hubiéramos evitado las pateras del ministro Caldera. Aquí los topillos se mantienen, y muy bien, en el BOE a base de ideas peregrinas. Un veterinario ecologista propone ahora a la Junta eliminarlos en los pueblos con ultrasonidos. Joder, otro campanazo.

tracking