León, de reino a colonia

LA IMPLANTACIÓN de la democracia en España ha hecho posible que una parte importante del territorio de la península, que había sido un reino glorioso, sea hoy una simple colonia al servicio de una oligarquía, concretamente de una oligarquía castellana. La democracia moderna, que tiene sus orígenes en los comienzos del siglo XIX, tiene entre sus principios la igualdad ante la ley de los derechos de los ciudadanos. Otro principio básico de la democracia es la desaparición de las grandes desigualdades económicas entre las personas y los territorios. Con esa intención se formó en España el Estado de las autonomías, para vertebrar el territorio con el objetivo fundamental de alcanzar la máxima igualdad entre los ciudadanos. El artículo 2 de la Constitución Española es muy claro, va por ese camino de otorgar los mismos derechos a todas las regiones españolas. Pero algo se ha hecho mal, algo que ha hecho posible la conversión de un reino en una colonia. Ese algo ha sido una decisión política, no democrática, de no otorgar la autonomía a la región leonesa, que tenía el mismo derecho que el resto de las regiones españolas. Que León ha sido y sigue siendo una región española no lo discute ningún historiador decente, ni antes ni ahora. Ni siquiera los políticos lo ignoran, sólo que, por defender unos intereses exclusivamente políticos, dicen otra cosa. Por si alguno de estos políticos lo desconoce, le voy a recordar unos apuntes de la historia. León fue un reino fundado el año 910 como continuación del Reino de Oviedo, continuador, a su vez, del reino de los visigodos. Fue León el reino más importante de la Edad Media y de él nacieron los reinos de Castilla y Portugal. El Reino de León, además de aportar leyes, cultura y costumbres, fue el que más tierras reconquistó en poder de los musulmanes, por lo que puede decirse también que León fue el embrión de la formación de la España actual, ha sido su propia esencia. Los reyes de León, sólo ellos, ostentaban el título de rey de España. Los reyes de los otros reinos han sido naturalmente reyes españoles, pero no reyes de España, que no es lo mismo. León fue el reino que escribió las páginas más brillantes de la historia de la España medieval. Es bien cierto, que algunos reyes de León no fueron perfectos, hasta me atrevería a decir que impresentables, pero no más que otros reyes españoles. Pero sólo los ingenuos, manipuladores o políticos interesados pueden desconocer, o hacer que desconozcan, los grandes servicios y méritos que han prestado a España y a la civilización española. Si el Reino de León no hubiera luchado, oponiendo una fuerte resistencia a los invasores musulmanes, probablemente Europa sería hoy musulmana y seguidora de Mahoma. Esto se sabe y se conoce en Europa y se ignora o, peor todavía, se oculta en España. El pasado es algo más que un sencillo recuerdo, es una herramienta documental para preparar el futuro. Un pueblo sin pasado camina inevitablemente hacia el vacío, hacia el abismo El año 1983, al integrar la región leonesa en otra región despedazada como si fuera un saldo de todo a cien, se consumó la tragedia de la región más histórica de España, la región leonesa. La falta de derechos y de libertades básicas en un Estado de Derecho ha convertido a la región leonesa en una colonia pucelana. Del más grande de los reinos nos han reducido a simple colonia. Lo primero que ha hecho el gobierno autonómico (lo llaman gobierno regional para despistar) es liquidar la historia, la cultura y la identidad del pueblo leonés. Durante siglos las colonias han servido para enriquecer a las potencias colonizadoras. Se cogían los mejores recursos económicos y se llevaban libremente a cambio de nada o de unas migajas. Hoy se hace más finamente: las potencias colonizadoras compran esos recursos a precio de saldo, los elabora y luego vende el nuevo producto a un precio mucho más alto, consiguiendo de este modo unas plusvalías con grandes beneficios. Esta situación es exactamente la que tenemos en la región leonesa. Aquí producimos muchos y buenos recursos, los más necesarios para un desarrollo económico, pero los beneficios se quedan en otros lugares. Las consecuencias son conocidas por todo el mundo: León provincia y región son las más atrasadas de toda España y Valladolid, la potencia colonial, está entre las más ricas. ¿Sucede esto en Castilla y León? Un recorrido por Valladolid y su provincia nos permite comprobar que es así. Una mirada al patrimonio histórico de la capital pucelana, Medina de Rioseco, Olmedo, Peñafiel y otras muchas poblaciones de la provincia vallisoletana nos mostrará que está como recién construído. ¿Dónde se están construyendo los grandes proyectos faraónicos de esta autonomía como las nuevas Cortes o el gran auditorio? Pues en Valladolid y ¿Quién paga todas esas obras? En gran parte, la colonia leonesa. Mientras, el patrimonio histórico leonés, mucho más valioso que el vallisoletano, se está cayendo en pedazos. Cuando hablan de León, ya lo haremos, dicen. Hace ya más de cuarenta años, (recuerdo que mi hijo no había nacido y ya cumplió cuarenta añitos) cuando venía yo de vacaciones a León, ya entonces leía en el Diario de León, «vamos a soterrar el tren en el paso del Crucero» y «haremos un scalextric en Michaisa». Seguro que lo harán, pero ya llevan un «pequeño» retraso de más de cuarenta años. ¿Culpables? Si buscan altos ejecutivos leoneses en el Gobierno Autonómico, no los encontrarán, los pocos que hay me recuerdan aquella frase del historiador romano Tito Livio ¿«jamás vencidos ni sojuzgados españoles (leoneses) sin la intervención y ayuda de otros españoles» (leoneses). No es digno de envidia un pueblo al que tenga sin cuidado su historia.