La gran temporada

TODAVÍA NO sabemos si la Liga que ahora empieza va a ser la más grandiosa, pero ya se sabe que va a ser la más costosa. La gente no está dispuesta a prescindir ni del pan ni del circo, pero el circo es más caro que el pan. Además hay que pagar la hipoteca, que con esto de la escalada del euribor se ha aumentado más de 1.010 euros al año. Para colmo estalló «la guerra del fútbo». Como todas, según Napoleón, se gana con tres cosas: dinero, dinero y dinero. Vivimos una impúdica zarabanda de millones y muchos presidentes de los clubes futbolísticos creen que son napoleoncitos y no pasan de ser unos señores adinerados y petulantes, ávidos de popularidad. Ellos son los estrategas de esta guerra rectangular. La Sexta ha tachado a Sogecable de «pirata del fútbol», y si no se mejoran las relaciones, va a tener problemas para ofrecer durante los fines de semana los partidos de fútbol de pago. ¿Qué hace un buen aficionado con sólo cuatro partidos a domicilio y con menos de cuatro libros en su casa? Por su parte, Mediapro está consiguiendo alteraciones horarias en las retransmisiones, que sin duda determinarán también alteraciones del sueño, pero ojalá todas las guerras fueran como la llamada guerra del fútbol. George W. Bush acaba de confesar que retirarse de Vietnam fue un error y que por eso no saldrá de Irak. Sus declaraciones han coincidido con la muerte de catorce marines al estrellarse un helicóptero. El mayor número de bajas americanas -las iraquíes no se cuentan- en un solo día desde hace dos años. En esta contienda del fútbol no se consumen vidas humanas, sino billetes. 3.100 millones de euros se han gastado en fichajes los equipos de Primera División esta año. ¿Será por dinero? Como para que no gane siempre nuestro equipo, que como se sabe es el mejor de todos y siempre lo será.