Acaben con el trapicheo

SON ESPELUZNANTES, realmente espeluznantes, las cifras que a través de los medios de comunicación nos llegan acerca de los jóvenes y adolescentes que se inician cada día en el consumo de drogas, con la cocaína como sustancia más consumida. Como simple ciudadano pero también como padre me indigna ver la absoluta permisividad con que nuestros gobernantes afrontan el problema de acabar con la venta a estos todavía niños que en su inconsciencia se destrozan la vida. Mientras tanto una panda de desalmados llenan sus arcas. En toda población existe un lugar donde nuestros mandatarios saben que se vende todo tipo de drogas. ¿Por qué no se entra a saco y se desmantela de una vez por todas? Esta pregunta se la hacen a diario miles de ciudadanos, y sólo se me ocurre que resulte más fácil controlar el problema si se encuentra localizado. Realmente solución a medias. ¿Es qué no se sabe que en determinados locales siempre están los cuatro de turno haciendo su particular agosto con total impunidad? ¿Tan difícil sería meter a un agente de paisano y que en una noche detuviera a toda esa basura? De vez en cuando una redada que nos pasan por las narices en todos los medios como carnaza para calmar la indignación popular. Pero esa no es la solución. Si los chavales saben donde conseguirla como no van a estar informados nuestras autoridades. Me parece magnífico que se aborten grandes operaciones de narcotráfico donde todos se preocupan de salir en la foto. Pero de nada sirve si luego se hace la vista gorda con los camellos. Demando más información para los jóvenes y un estrechísimo cerco policial sobre estos energúmenos. ¡Dura lex, sed lex!.