AQUÍ Y AHORA
Conflictos en el conflicto
ETA ES EL MOTOR del conflicto vasco. PNV es el motor de la política vasca. Máxime cuando, extrañamente, las elecciones dieron oportunidad a los socialistas vascos de ser el eje y lo han perdido. PNV manda en el Gobierno y en las Diputaciones que son Gobiernos. PNV está volviendo al ciclo del conflicto interno. Aquella bronca que protagonizaron Arzalluz y el Lendakari Garaicoechea con la disculpa sobre quien debía conducir al pueblo elegido de Aitor. El Presidente del Gobierno o la curia que asienta en la sede del PNV. La trifulca se saldó con la partición del nacionalismo (PNV-EA) y la pérdida de la hegemonía que obligó al PNV a pactar con el PSE, si bien éstos no tuvieron valor para hacerse con el poder por creer que todas las soluciones al conflicto vasco pasaban por el PNV. Septiembre puede ser una cita con el conflicto del nacionalismo. El todavía presidente del PNV quiere modernizar las relaciones de su centenario Partido. No a la imposición. Si a la transversalidad. Imaz se la juega con su intento de volver a los pactos con los socialistas o quien mande en Madrid. Es un político leal. Se le entiende todo lo que dice. No quiere consultas populares que, por no ser legales, den más razones a ETA para seguir matando en nombre de esos derechos históricos que Ibarreche ha denominado constitución vasca y que cargarían los discursos de quienes sostienen la perversa actitud del Estado para con el derecho de los vascos a decidir su futuro. barreche y su Gobierno son la herramienta de este conflicto. En vez de obedecer a la presidencia siguen erré que erré proponiendo el referéndum que será otro máximo común divisor en la sociedad vasca, y todo ello para mejor gloria del cachorro de Arzalluz, que no es otro que el radical Eguibar. Admito, por experiencia, que los conflictos forman parte del ciclo vital de los Partidos, pero éste que nos ocupa es inoportuno y según como se salde, una vuelta a los peores tiempos del aislamiento entre Vitoria y Madrid.Atentos al discurso del 28 en el Parlamento Vasco. Después en las campas de Vitoria, los discursos del Alderdi Eguna. Son la liturgia del PNV.