LOS SÍNTOMAS DE LA CIVILIZACIÓN
El caso Madeleine
LA POLICÍA PORTUGUESA considera a los padres de Madeleine McCann sospechosos del posible homicidio involuntario de la niña y de la posterior ocultación del cadáver. Independientemente de que estas sospechas se confirmen o no, la simple posibilidad de que los padres de la niña hayan decidido transformar su posible responsabilidad en victimismo, instrumentando una campaña global sin precedentes, nos sume en la perplejidad y el desconcierto. Esta perplejidad no aparece derivada de que una posible negligencia provoque la muerte de un niño. Eso, desgraciadamente, ocurre con más frecuencia de lo que imaginamos. Tal vez lo que nos produce un mayor desconcierto es que, de confirmarse las sospechas que apuntan a los padres, el caso Madeleine constituiría una manifestación sin precedentes, por su alcance mediático, de la no asunción de la responsabilidad paterna para salvaguardar una imagen ideal de la familia. De algún modo, el caso Madeleine nos interroga directamente sobre el lugar de la responsabilidad en las familias actuales. Es por esto que muchos consideran culpables al matrimonio McCann de lo ocurrido, aunque sólo fuera por el hecho de dejar solos a sus tres hijos de corta edad para irse a cenar con sus amigos. Lo que restaría por explicar es el enorme interés que ha suscitado este posible crimen. Un interés muy superior a otros sucesos similares, algunos recientes y acaecidos en nuestro propio país, del que han sido víctimas otros niños. La mayor repercusión del caso de Madeleine está motivada porque los padres se han esforzado en trasmitir una imagen pública impecable como profesionales de prestigio, deportistas e incluso católicos practicantes. Esta imagen ideal hace que la posibilidad de que puedan estar implicados de algún modo en la desaparición de su hija aparezca como algo inesperado y adquiera un carácter más siniestro. El escándalo mundial es el efecto de retorno de la ruptura de esta imagen. Quién sabe si la imposibilidad narcisista de asumir una falta transformó la negligencia en crimen.