AL TRASLUD
Otra bomba
LOS RUSOS han probado la que según ello es la bomba más poderosa del mundo. Les creemos, lo increíble sería que hubieran conseguido una novela mejor que Guerra y Paz. Tiene la peculiaridad de que destruye a los seres humanos y a la cosas, pero no contamina el medioambiente. Gracias, muchas gracias. En definitiva, los simios podrán heredar la tierra, como en la película. El gobierno estadounidense había probado en 2003 la que bautizaron como «la madre de todas las bombas», en un desierto de Florida, supongo que aún más desértico desde entonces. Ahora, los rusos han bautizado a su criatura «el padre de todas las bombas». Qué extraño sentido del humor tienen los gobiernos de la destrucción masiva. Menos mal que un portavoz de la Fuerza Aérea Rusa ha declarado que no tienen intención de iniciar una carrera armamentística. Es un alivio saber que no van a empezar a competir por quién implosiona y explosiona más y más fuerte. El Kremlin ha mostrado por televisión los efectos devastadores sobre un edificio, supongo que porque primero hay que aterrorizar a los propios. Y es que cuando el poder ha descubierto algo así, tiene que proclamarlo para que tiemblen todos, aliados y enemigos. Vamos, darse autombombo. Lo del alto secreto ya no se lleva, todo ha de ser mediático, que es la forma de banalizar la realidad. Oye, qué dice Putin que los suyos han inventado no sé qué. Y nos da igual. «Todo lo vivo se evapora literalmente. Tras esa explosión, la tierra recuerda más bien la superficie lunar» informó el Canal 1 de ese país, donde el pueblo pasa penalidades y tiembla de frío. Putin no es la clase de vecino a quien uno quisiera ver enfadado. Y a Bush, servidor, no le dejaba las llaves del coche. Dan ganas de irse a una galaxia muy, muy lejana. Y no volver.