¡Cómo nos entretienen!

Policía de San Andrés, del espíritu a la letra Me encontraba yo paseando a mi perra, Kyra , por un pequeño parque de Trobajo del Camino, cuando un todoterreno de la policía local pasa junto a mí sin detenerse, gira después por esas intrincadas calles y vuelve. Para y baja un hombre de uniforme, gafas oscuras y andar de héroe fortachón de dibujos animados. Se me acerca hasta unos diez o quince metros haciéndome señales de negación con su brazo derecho que unas veces dirige a mi perra y otras a mí. Inmediatamente pienso que algo no está en su sitio, en su cuadrícula. Tengo que decirlo, pero el aire y la postura que le infiere su «autoridad» no van acompasadas ni con la persona en su condición de humana, ni con su trabajo. Marcial, todopoderoso¿ aun sin hablar, más parece semejarse a un ogro del que hay que cuidarse que a un agente cómplice, amigo y compañero de una sociedad a la que debe ayudar a armonizar sin las prepotencias ni las posturas autoritarias que ni tiene ni les corresponden. Ni buenas tardes me dijo, y eso que yo estoy entre los que le paga. Tampoco como introducción de eso que llaman educación y que en los personajes públicos, en todos, pero sobre todo en los que se deben a unas tareas públicas y de roce eminentemente social debería estar más presente. Pero me observa escueta y ácidamente que tengo un lugar destinado para el recreo de perros. No contesto y lo acato. Es verdad. Pero tantas veces, y como yo tantos, hemos salido al mismo sitio a holgar nuestras mascotas recogiendo sus necesidades y cuidando de ellas, que esa advertencia de reglamento cuadrado no puede ser sino ridícula. Una sola persona había en el parque, yo, y una sola perra, mi Kyra , que no levanta más de 20 centímetros, que no estaba a más de dos metros de mí y que ni ladra por no molestar. Eran las 17.45 horas y el sol ese día calentaba con inapelable inmisericordia. Lo que quiero decir es que estos nuevos uniformados (por cierto, en mi parte alícuota mis asalariados, demasiados) interpretan muy cateta y cuadriculadamente reglas cuya interpretación revela de sus intérpretes una valoración humana y cultural que deja mucho que desear. Leen la letra y en la letra meten también el espíritu, las condiciones y los condicionantes, y no dejan el margen que toda mesura y raciocinio aconsejan para la buena interpretación de los hechos y de las leyes. Los hombres grandes no se miden por su autoridad ni el respeto se adquiere a base de miedos ni de galones. cortar las diferencias de normal relación existentes entre sociedad y autoridad no es recortar en ésta su cometido ni las consecuencias derivadas de su función en un ejercicio de ley razonada. Así como tampoco desembarazarse la sociedad de psicosis y atavismos le atribuye a ésta derechos incívicos. Unos y otros, más cercanos, más razonables, sin que los unos sean dioses ni los otros demonios daría como resultado una sociedad mejor articulada y más libre. Las cosas construidas sobre el miedo o el respeto por miedo terminan en el péndulo de la extrapolación y en una desfiguración de la base armónica. Ni la quietud ni la paz son el orden, y un orden escrupuloso, aséptico, puede que esconda detrás el ejercicio de un poder desmesurado, o sea, incontestable. Y eso no es. C. Santos de la Mota (Trobajo del Camino) En la práctica política no todo vale, señores Entre las cualidades de las que debiera estar revestido un político que se precie se podrían citar la serenidad, la moderación, el sentido común y la prudencia. Pero no es de lo que hacen más gala los que se dedican a este menester, salvo excepciones. Como muestras de lo antedicho, voy a enumerar ciertas declaraciones que implican a varios partidos y personalidades: PP/Mass: «La dirección regional ha estado al tanto en todo momento de lo que está pasando. M., al igual que éstos, son una pandilla que están haciendo piratería política... y tengo que decir que a mí me ha amenazado en muchas ocasiones». «El hermano del delegado territorial de la Junta y secretario provincial del PP, ha asaltado con nocturnidad y alevosía el despacho de la vicepresidenta de la Diputación». PP/PP: «Las malas formas de C. fueron uno de los argumentos que utilizó M.M. cuando dijo que no iba a apoyarla». PRB/PB: «Pero, por desgracia para esta tierra, cuatro traidores tiraron por la borda más de 20 años de trabajo». «El PRB no se va a unir con nadie, y menos con traidores». NNGG/PSOE: «La dirección nacional del PSOE estudiará presentar una querella contra Nuevas generaciones de León por tachar de traidores a los parlamentarios socialistas de Castilla y León» PSOE/PSOE: «Como consejero me avergüenzo de lo visto en el pleno, nos convocan para que como vasallos nos sometamos a las decisiones impuestas por los que consideran al PSOE como una sociedad anónima, en la que ellos son dueños y señores...» Señala S. lo Siguiente: «Ante la política de la dirección comarcal basada en el desprecio, incumplimiento de compromisos y desequilibrio en la asignación de responsabilidades en el Consejo Comarcal...». Es, pues, el momento en que lo «políticamente correcto» se imponga: los responsables públicos formulan propuestas, dan alternativas y, ante todo, sirven y dan cuentas a los ciudadanos y nunca deben anteponerse intereses personales (a través de insultos, difamaciones, improperios y exabruptos con respecto hasta incluso de sus mismos compañeros). En conclusión, en política no todo vale y las formas respetuosas son debidas a los ciudadanos. Marcelino Taboada (Ponferrada) Julia (En el debate de diariodeleon.es).