Siniestralidad en León
Y León volvió a perder el avión ¡Qué contentos nos pusimos los leoneses cuando supimos que íbamos a tener aeropuerto! Y fue cierto; un aeropuerto pequeño, pero coqueto. Ya podíamos fardar cuando saliéramos del pueblín, por ejemplo, a Benavente... o a Palencia. A Valladolid no, porque esos nos ganan. El caso es que el otro día, y aprovechando que tenemos aeropuerto, me pongo la ropa hippie, saco el billete para Ibiza y aparezco en la Castellana. ¡Que detalle! Y yo, con mi ropa hippie. Los señores de Lagun Air, y por el mismo precio, me enseñaron Madrid. Las Torres Kio, el edificio Picasso... ¡Que emoción! Sentí que ya que estaba allí, no me dieran un paseo por la calle de Alcalá, con la falda almidoná. Después, me metieron en un hotelazo que era un lujazo. Hasta un Cadillac tenía al lao de los ascensores. Y a las seis de la mañana, diana. No sé, si al que madruga Dios le ayuda, pero lo que es seguro es que no duerme un carajo. Y a las nueve, vión pa Ibiza. La tierra prometida. Menos mal que no la habían cambiado de sitio porque pa tres días que iba si encima tengo que buscarla... ¡Ay, señores de Lagun Air, qué bromistas son ustedes! Comprar un billete en Lagun Air es como comprar un décimo de lotería. Igual vuelas, igual no. Y ahora, más en serio. Agradezco a los propietarios de Lagun Air, su esfuerzo económico y humano en dotar a León de una compañía de vuelo, pero no es serio que anuléis cuatro vuelos en un fin de semana, ni que llevéis el pasaje del vuelo León-Jerez hasta su destino en un autocar con 11 años de antigüedad. Ni que el vuelo Ibiza-León, viaje en autocar desde Barcelona durante toda una larga noche. Ni que mi amigo Alberto, se angustie porque habéis desviado el vuelo en el que viene su madre (mayor y con principio de alzhéimer) a Salamanca y nadie le informe ni a qué hora ni a qué lugar llegará. Ni que ese señor del Barco de Valdeorras que tenía que recoger a su hijo en el vuelo Barcelona-León el 24 de agosto tenga que esperar en la estación de autobuses de León hasta las cinco de la madrugada, ya que el aeropuerto cierra a las once de la noche, y a esa hora regresar con su hijo en coche hasta O Barco. Eso, es una pasada. Y otra cosa; el trato dispensado por el personal de Lagun Air del aeropuerto de León, horrible. No dan explicaciones. Te entregan directamente la hoja de reclamaciones pa que escribas lo que se te ocurra. En su descargo, opino que son el último eslabón de la cadena y los menos responsables de los incidentes. Y posiblemente, por un pequeño sueldo, tienen que dar la cara por los que la tendrían que dar y no lo hacen. Entiendan señores de Lagun Air, mi malestar; y entiendan que deben mejorar por respeto a León y a las personas que contratan sus servicios. O vayan pensando en cambiar el nombre de Lagun Air por el de Lagun Earth, ya que os pasais más tiempo por la carretera que por el aire. Respetuosamente Mercedes S. Román (Trobajo del Camino) Sobre la oposición y el orgullo de Rajoy Recientemente he oído decir a Rajoy que está orgulloso de la oposición que ha hecho el PP en esta legislatura, oposición que ha contribuido, dice, al progreso del país. Es increíble que haga estas afirmaciones cuando todo el mundo sabe que desde que el PP perdió por méritos propios las elecciones, en lugar de dedicarse a hacer una oposición limpia, han concentrado todas sus fuerzas en un objetivo: recuperar, por las malas, el poder que les fue arrebatado injustamente. Para ello, desde aquel fatídico día, se pusieron a trabajar en todos los frentes y en lugar de hacer un ejercicio sensato del papel de partido en la oposición, lanzaron la consigna de enfrentarse sistemáticamente a todas las actuaciones del Gobierno, haciendo una oposición feroz, torpedeando, obstruyendo y combatiendo violentamente todas y cada una de las iniciativas de éste. Esto no se había visto nunca en un partido de la oposición, que con sus continuas mentiras hace que se produzcan situaciones verdaderamente insólitas, siendo conductas de tal gravedad que debieran estar previstas en el Código Penal como obstrucción al Gobierno y el progreso del país. Es la derecha resentida, maleducada y retrógrada que se ha dedicado obsesivamente a sembrar confusión, odio y discordia y que supone un pesado lastre para un país moderno, haciendo imposible que pueda haber un mínimo de unidad y entendimiento entre gobierno y oposición en ninguna cuestión, siempre y cuando el Partido Popular, en lugar de tener presente el interés general y hacer una oposición constructiva, se dedica a lanzar golpes bajos cada vez que hay una acción del Gobierno. Luis del Reguero Arias (Ponferrada)