Provinciano

EL THE WALL Street Journal de Murdoch ha calificado a Rodríguez Zapatero de provinciano, por oposición a su antecesor, Aznar, quien, como es conocido, estableció una cordial amistad con Bush, base de toda su política exterior. La familiaridad entre ambos quedó de manifiesto en una secuencia de fotografías en que ambos mandatarios ponían los pies sobre la mesa. Cabría, pues, imaginar que a juicio de este influyente rotativo, Bush sería el amigo cosmopolita y mundano de Aznar. Pero más bien parece que el presidente norteamericano, poco letrado y bien poco querido por los círculos intelectuales de su propio país, está en las antípodas de los estereotipos del cosmopolitismo. Incluso podría decirse que es una especie de patán a caballo, aficionado a lo rústico, incapaz de leer un libro y apenas dotado de las escasas intuiciones que bien poco rédito político le han proporcion ado: pasará a la historia como un visionario belicista incapaz de afrontar los retos de su propio tiempo. En esta escala de valores del otrora (antes de Murdoch) influyente The Wall Street Journal, más valdrá que redimamos las provincias y que hu yamos de las metrópolis en las que reinan personajes como Bush.