Echan humo

DINERO para los que nacen, para los que tienen dientes de leche, para los que no pueden pagarse el alquiler, para los que quieren casa, para los que aprietan con el Estatut, para camisetas nacionales de todas las autonomías,... Están las calculadoras que echan humo. La de Solbes, que ve temblar su flamante superávit; la de las comunidades, que hacen cuentas de agravios y presiones; la de los periodistas de provincias, calculando el pico que nos afecta para bien o para mal,... Mientras los euros bailan en los informativos y las tertulias como cirsas en las tragaperras, la ignorancia general alentada por el corraleo irresponsable bulle en pánico por lo que pueda tocarnos de la crisis de las hipotecas subprime . Aunque aquí no las haya, pero cuánto acongoja todo lo que toque a la hipersensible hipoteca. Asusta el repunte de los tipos de interés y se aprovechan los tipos con intereses, de forma que ya casi no sabe uno distinguir entre los tipejos interesados y los tipazos interesantes. Si en política algunos acababan diciendo aquello de «ya no sé si soy de los nuestros», en cuestiones económicas yo me tiento el monedero mientras el aluvión de datos económicos me confunde como la noche a los crápulas. El que comparte hipoteca (con mensualidad al alza, como corresponde) con la que suscribe aspira a ser rentista antes de que la oficialidad le autorice la jubilación. No sé si se le va a arreglar, que ya me gustaría a mi por la parte que me tocaría (espero). Pero como deje que le echen las cuentas algunos va a tener que retrasar la jubilación (la oficial) hasta que San Juan baje el dedo o más allá, para poder pagar a un asesor que le deslíe las finanzas. Qué quebraderos de cabeza dan las perras, Señor....