Tradición

Hospital de León: un gran equipo Esta es una carta de agradecimiento, mi marido ha sido operado del corazón en el hospital de León. Estuvo ingresado en la planta de coronarias y en cirugía cardiaca. El equipo médico que le operó fue fabuloso, demostrando la gran profesionalidad que tienen pero sobre todo el trato que tuvieron hacia nosotros, también cabe hacer mención a las enfermeras, felicitarlas por la humanidad y cariño con el que nos trataron En este caso yo sólo puedo decir buenas palabras referentes al Hospital de León, Conchi Martínez (Correo electrónico) El placer de poder salvar vidas El reciente fallecimiento del jugador del Sevilla F. C., Antonio Puerta, puso tristemente de actualidad un hecho luctuoso, como es la muerte súbita, que se repite con cierta frecuencia. El futbolista sevillano era un deportista de alto rendimiento, controlado clínicamente y con especialistas velando por su salud. Pero le sobrevino el problema en el campo de fútbol. Su compañero Dragutinovic intentó, desgraciadamente sin éxito, despejarle las vías áreas. Ese fracaso es lo que me lleva a hacer una reflexión sobre la importancia de los Primeros Auxilios. Con unos conocimientos básicos pueden salvarse vidas si se actúa con rapidez. Para tener esos conocimientos es necesario, no sólo formarse, sino también tener un espíritu solidario al servicio de los demás. Y ahí es dónde entra una institución a la que estoy orgulloso de servir como voluntario socorrista: la Cruz Roja. Esta entidad realiza cursos de conocimientos mínimos de primeros auxilios que todo ciudadano tendría que conocer, pues en un momento dado, pueden salvar una vida. Mientras llegan los servicios especializados, las ambulancias del 061, la eficaz reacción de un socorrista puede resultar decisiva en los primeros minutos. Recuperar a Antonio Puerta fue imposible por la gravedad del ataque, pero hay otras muchas crisis en las que sí se puede actuar con eficacia. De ahí que quiera hacer un llamamiento a todos. Que se acerquen a la oficina de la Cruz Roja más cercana y que se apunten a un curso de primeros auxilios. A lo mejor descubren el placer de la solidaridad e incluso se hacen voluntarios de la entidad. Que no olviden que, por muy poco de su tiempo, pueden salvar la vida de una persona o ayudar a que otras muchas tengan una mejor calidad de vida. Ángel J. Aragón Valencia (Voluntario-socorrista de Cruz Roja en Ourense)