¿Cuántos deben morir?

Lagun Air, si quieres emociones fuertes Es timado leonés: Si quieres emociones fuertes compra un billete de Lagun Air, y te introducirás en el terreno de lo desconocido... ¡seguro que te sorprenderás! Paso a relatarte mi aventura personal, que comienza cuando un mal amigo me aconseja que para venir de Madrid a León nada mejor que el avión de Lagun Air. Cuando el viernes día 21 de septiembre, voy a facturar en el vuelo Lagun Air N 7241 que sale a las 20:20, me encuentro con la primera sorpresa. ¡El vuelo ha sido cancelado! Cuando, tras la sorpresa inicial, comenzaba a reponerme le pregunto a la azafata el motivo, respondiéndome que es por un problema técnico: ¡una ventanilla no funciona!. Entre risas nerviosas, empujones y griterío, la azafata nos introduce a las 20 horas en un autobús de la compañía Tury Orteso, matrícula 3313 DLZ. Ninguno de nosotros reparó en la fatídica terminación de la matrícula, y después de la agitación previa quedamos ligeramente adormecidos en nuestros asientos, hasta que un fuerte grito nos despertó: «¿Adónde vamos?» bramaba un pasajero de los asientos delanteros, con brazos en alto, pelos erizados y súbita palidez que no hacían presagiar nada bueno. Con terror, el resto de los pasajeros fuimos informados de que, por error, íbamos a Burgos. Amigos míos, la emoción fue indescriptible: unos gritaban, los más desvalidos lloraban, y el espanto ya fue generalizado. Algunos, con sus teléfonos móviles, trataban inútilmente de explicar a sus familias que estaban camino de Burgos en autobús, lo que generaba en sus interlocutores incredulidad y en otros sospechas de «aventura amorosa inconfesable» o de locura transitoria. Tras coger en Burgos la autovía a León, llegamos al aeropuerto de la Virgen del Camino a la 1.30 horas. Un viaje rápido de una hora y a precio de avión, se convirtió en una viaje de 5,30 horas por carretera ¡y con escalas! Realmente insuperable. Mis felicitaciones a los gerentes de Lagun Air. Les va a costar superarlo, que yo tengo la absoluta confianza de que con un poco de empeño lo lograran hacer aún peor. Eso sí, aventuras ¡no aptas para cardíacos! Miguel Ángel Rodríguez García. (León) Celia (León; edición digital).