Diario de León
León

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HACE 75 años, en vísperas de la primera expedición de las Misiones Pedagógicas a La Cabrera polemizaba la prensa provincial sobre si declarar o no la comarca zona de acción especial, como promovían desde la Diputación Provincial Gumersindo Azcárate, Gordón Ordás, Miguel Castaño y otros. Clamaban los poderes más reaccionarios que La Cabrera no tenía nada que ver con las Hurdes, que dejaran en paz a los cabreireses y que allí no hacía falta acción alguna del Estado. Llegó Ramón Carnicer en los años 60 y también florecieron los agraviados por su el relato de lo que vio y le contaron en el viaje a pie que plasmó en Donde las Hurdes se llaman Cabrera . Y llegó la democracia y La Cabrera seguía sin carreteras. Hasta que en los años 80, por fin, fue declarada comarca de acción especial. Por aquel entonces, las últimas gentes emigraban a Suiza, Bélgica y Francia... Viene esta historia sin cuento a propósito de la exposición de las Misiones Pedagógicas en el Museo de León y de las ocasiones perdidas por falta de miras. (Los títeres del teatro de Fantoches que deambuló por la España pobre, traen hoy y mañana a la Pícara Justina El enamorado y la muerte de Alberti ). Y a propósito, también, de la furibunda reacción de algunos a la marcha por la lactancia materna que se celebra el día 6 por primera vez en León, dentro de la Semana de la Lactancia. Les parece de mal gusto que las madres, aquellas que quieran, claro, amamanten a sus bebés en un acto público para reclamar, no tanto que las mujeres se conciencien de las ventajas de la lactancia materna -la mayoría lo tienen muy claro- como que la sociedad lo valore y lo mime. Barcelona, La Coruña y hasta Guadalajara han sido escenario de actos similares hace siete, diez, tres años... y sus fotos, poderosamente tiernas, han recorrido el país de papel de los diarios. Dando ejemplo. Pero da igual. Esos mismos aplaudirían un desfile de mises en bañador ateridas por el frío en la Catedral, reclamarían más escote y más tetas y las desnudarían con la mirada y las manos... si pudieran. Eso, sí: solteras y sin hijos. Las madres, como Miss Cantabria, a casita .

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