Perfume de corrupción

EL LENDAKARI Ibarretxe ha vuelto a las andadas. Como hace tres años tiene un plan para balcanizar España. Un plan que fue vapuleado en el Congreso de los Diputados y ahora lo ha rescatado del cajón poniéndole fecha de ejecución: el 25 de octubre de 2008, festividad de San Crispín, pese a saber que es completamente anticonstitucional. El Gobierno ya le ha respondido con contundencia: lo ha calificado de desvarío. Y en esa línea debe seguir. Al igual que hace tres años, el plan de Ibarretxe es la ensoñación de un autista que, además, se encuentra en minoría en su propio partido. Pero como todos los jefes de la taifa autonómica se cree el ombligo del mundo. A Mariano Rajoy, por su parte, se le ha aparecido la Virgen otra vez. No tardó ni un minuto en echarle la culpa al presidente Rodríguez Zapatero, que según el Partido Popular es el toro que mató a Manolete. Lo cierto es que el primer partido de la oposición, que ya tiene controlados, bloqueados y desacreditados al Consejo General del Poder Judicial y al Tribunal Constitucional, los votos que espantan Ángel Acebes y Eduardo Zaplana, se los devuelven a paladas Ibarretxe y Carod Rovira. A la vez, en una estúpida coincidencia, han erremetido injustamente contra la figura del Rey la derecha más extrema y fanática, la izquierda más frívola, los nacionalismos más radicales y algunos periodistas del corazón. Pero permítanme cambiar de tema. Han caído las primeras nieves en las cumbres y se ma ntiene la belleza aquietada de los lagos Ausente e Isoba. Sin embargo, se huele una especie de perfume de corrupción en la estación invernal de San Isidro. El olor inunda ya el Palacio de los Guzmanes. Resulta completamente insólito que una promoción de apartamentos y viviendas esté acabada hace casi un año y carezca de luz eléctrica porque la Diputación, entidad urbanizadora y vendedora de los solares, todavía no la ha dotado de ese servicio. Por lo que ha hecho la Diputación, cualquier inmobiliaria privada sería acusada de estafa. Y ningún ayuntamiento, salvo el de Puebla de Lillo, daría l icencia de construcción sin estar garantizado el suministro eléctrico. Se da la casualidad que en el anterior mandato coincidían en la misma persona las dos reponsabilidades políticas: la de corregidor del ayuntamiento y la de ser la voz ejecutiva de la estación de esquí. No puede sostenerse q ue haya existido descoordinación. Más bien parece que lo que ha existido es una perfecta coordinación. Además, ha coincidido la adjudicación de un polideportivo a una constructora que reunía todos los elementos sospechosos que caben en este tipo de adjudicaciones. En resumen: yo creo que hay toda la materia, pública y notoria, para que intervenga la Fiscalía cuanto antes. Por dos razones: con las primeras nieves, la Diputación quiere adelantar en un mes la apertura de la estación de esquí y, por ende, el escándalo tomaría mayores proporciones. Isabel Carrasco también tiene ante sí la primera piedra de toque de su mandato como presidenta de la Diputación. Pocos están más capacitados que ella par a una inspección en profundidad. Ojalá que el perfume que llega desde San Isidro y se huele en los Guzmanes sea a frescura, no a podrido.