Infidelidad cibernética

Versión castellana Señores, me pregunto si el lío que vivimos en las últimas semanas lo provocó el juez al que se le ocurrió secuestrar la revista satírica El Jueves después de sacar en portada unas caricaturas de los Príncipes Felipe y Letizia en actitud sexual y el diálogo añadido a él, sobre el dinero a gente que quiera tener hijos, de «¡Esto va a ser lo más parecido a trabajar que he hecho en mi vida!». Todo esto ha degenerado en lo que vino después, en la lamentable quema de fotos del Rey en Gerona. Que lo de que ahora la derecha y ciertos medios que les apoyan den su apoyo al Rey Juan Carlos I tan encarnizadamente cuando alguno de ellos antes no podía ni verlo e incluso veladamente le llamaban traidor por no haber continuado la dictadura de Franco ni apoyar a Tejero cuando el 23-F, es tan repugnante como lo han denunciado María Teresa Fernández de La Vega o José Montilla. Los jóvenes (por llamarlos así) que queman fotos del Rey no son los únicos que lo hacen. Los árboles de la actualidad no dejan ver el bosque de la complejidad de este caso: la derecha reaccionaria que se oye ahora, algunos habían quemado fotos del Rey o habían pintarrajeado groseramente retratos suyos que presiden muchos despachos e incluso llegaron a quemar una figura de cera suya en un museo. Y ahora quieren declararse más monárquicos que nunca. Como los catalanes que ahora se declaran muy aficionados a las corridas de toros (me refiero, claro, a los Boadella y cia.), cuando no salen defendiendo a capa y espada a Bruce Willis y su película La Jungla 4 para atacar a los partidarios del cine de autor que aún lloran las muertes de Bergman y de Antonioni (como si eso les hiciera parecer más «en la onda»). José Montilla ya ha recordado que el Rey ha apoyado mucho a Cataluña, y eso (yo no soy monárquico precisamente) lo he reconocido siempre. He esperado a opinar sobre el tema hasta tener puntos variados sobre él. Y lo haré con la misma tranquilidad con la que el presidente Montilla ha hablado, no como querrían los indeseables conocidos como el «Talibán de las Ondas» y «Pedrito Piscinas», de los cuales se dice que pagan generosamente a ciertos grupos como Ciutadans, que pueden opinar lo que quieran, pero jamás he tragado su sainetesco discurso ni sus gritos de alegría de colegas tomando cañas en una taberna. Eso no es ser grupo serio, señores. Que entre ustedes, el Talibán y el Pedrito, están dejando la pacífica y moderna Cataluña como unos zorros. Podría decir cómo está de verdad su presuntamente más evolucionada Madrid (la del PP, claro, no la de los ciudadanos madrileños), en donde tengo que callarme lo que estoy contando aquí, que venden como más tolerante, aunque lo que veo, políticamente hablando, no lo demuestra. Algunos del PP han llegado a parecerse a los ayatollahs iraníes. Siempre digo cuando visito Barcelona que estoy «en la civilización»... y fíjense que Pepe Rubianes, a quien la derecha ha atacado terriblemente, apenas habla catalán, sólo lo habla en el teatro ó el cine (se lo aprende de memoria), pero siempre ha respetado la cultura catalana ni le han atacado por su ignorancia del idioma. La España negra a la que él criticaba es como los fantasmas de Goya de sus inmortales obras de arte. Como la Iglesia que llama a no estudiar Educación para la Ciudadanía; sepan que los países que han estudiado algo parecido son mucho más evolucionados que éste, sin que sus habitantes hayan quemado iglesias ni nada. Julián Juan Lacasa (Madrid). Hoy pagamos las consecuencias Los más simplistas acusan de la subida de los precios ganaderos al auge de los biocarburantes y en cambio no hay nada más lejos de la realidad. Uno de los productos que ha visto incrementado su precio ha sido la leche, sobre este aspecto se han realizado diversos análisis llegando a la conclusión de que una de las causas más importantes es la disminución de producción en Europa. Concretamente en España, país en el que la cabaña de vacuno volvió a disminuir por segundo año consecutivo y se sitúa en 6.184.092 cabezas, un 4 por ciento menos que un año antes y un 7 por ciento con respecto al censo de finales del 2004, según los datos de la Encuesta Ganadera 2006 del Ministerio de Agricultura. La caída de la cabaña se concentró en las hembras de más de 24 meses, tanto de ordeño como de sacrificio y reposición. En estas circunstancias, no es de extrañar que cuando la leche escasea en el mercado internacional los países deficitarios son más sensibles a las necesarias subidas producidas por la ley de la oferta y la demanda. ¿Cuándo nos daremos cuenta de la necesidad de tener un sistema productivo que garantice la autosuficiencia? Durante años hemos estado pagando la leche a los ganaderos por debajo de los costes reales de producción, como consecuencia, muchos se han visto obligados a abandonar. Hoy, desgraciadamente, pagamos las consecuencias. ¿Después de un titular como este «La cabaña de bovino española disminuyó un 4% en el 2006», vamos a seguir cayendo en la tentación de culpar a los biocarburantes? Domingo Martínez Madrid (Baños de Valdearados-Burgos). Lole Bravo (Barcelona).