Diario de León
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Siempre es bueno recordarlo todo El alcalde del ayuntamiento al que pertenezco, señor Miguel Martínez, no se descuelga ni un día del periódico, o de los periódicos. No cesa de recordarnos los logros conseguidos durante sus quince años de mandato en los que, como persona sujeta a pasiones, olvida lo que le conviene como si fuese algo inalcanzable para otras personas lo que en colaboración, ha logrado, como añade: «Desviviéndose por sus administrados». Me entusiasman los alcaldes que entienden que en todos los órdenes la persona debe de tener como muestra que ofrecer e, incluso, imitar lo bueno de otros. Hacer sin deshacer es conservar y elevar el caudal conservador. Deshacer lo no puramente necesario es destruir lo que incluso pudiera llegar a ser patrimonio histórico. Cuando alguien hizo algo y queda constancia de que fue un bien necesario, puede, por necesidad, justificarse el cambio de uso y jamás por cambio político. Recuerdo a uno de los llamados a dedo que, con un municipio de pocos habitantes que es decir de pocos constribuyentes y escaso dinero en el cajón, hizo lo que pudo y fue reconocida su labor con el calificativo de meritoria. Los logros en San Andrés del Rabanedo no pueden calificarse como ejemplares puestos que si a treinta mil habitantes hay que dotarlos de suficientes servicios; téngase en cuenta que los contribuyentes a las arcas equivalen a la cantidad citada, añadiendo además las ayudas que la madre del cajón estatal socorre como una buena madre biológica hace con sus hijos. No es galardón hacer cuando hay con qué hacer con solamente introducir los brazos hasta los codos y tender sobre la mesa los euros necesitados. Y si el ayuntamiento se endeuda se escuda con el aval que lo respalda. Sobre el actual alcalde pesa el recuerdo que otro alcalde. El municipio, o al menos la cuarta fase de pinilla, se vio despojada de una mañana a la tarde de su número escriturado en un folio numerado e inserto en la correspondiente escritura de compra venta y, en un espacio de la fachada, con mala simetría; una o dos tablillas con unos números que, pese a más de quince años a día de hoy, nadie ha comunicado oficialmente qué significa lo que dijeron los obreros: «Es una prueba». Debido al tiempo transcurrido, consideramos un abuso de poder sobre un documento que, pese a tratarse de fincas urbanas, puede ser el equivalente al cambio de un apellido personal en el Libro de la Familia o documento oficial. Esto no deja de ser un tema a recordar por el alcalde que ordenó arrancar los números que aún figuraban en la fachada y tapar con pintura otros. Si muchos propietarios o vecinos han dejado de lamentarse por incapacidad de lucha y continúan viendo cómo sobre el módulo de los buzones de uno o dos sobres casi cuatro o cinco veces por mes rotulados con el número legal que un día fue fijado como tal en los lugares de donde proceden. Nadie se preocupa o toma en serio el trasiego de sobres de un portal al otro ni del respeto o importancia que la correspondencia tiene conforme a la ley ni del retraso que la correspondencia sufre. Del amañado mandato de un alcalde que no supo prever las consecuencias que sólo nosotros padecemos; alguien tiene que responder, y ese alguien no es otro que usted, señor alcalde que recuerda lo que vemos y olvida lo que por no visto y sí manifestado, sus administrados tras ¡tantos años! no cesamos de padecer como si la Ley de Correspondencia no nos afectase, a los del bajo, primero y segundo de cada portal. Santiago Francisco Benavente y Valencia (San Andrés del Rabanedo) Circular en bicicleta, derechos y deberes Vaya por delante que yo también soy ciclista, pero en la ciudad ejerzo -sobre todo- de peatón. Sirva esto como motivo para que pongan remedio y denunciar a quien competa (supongo que el Ayuntamiento de León) la falta de educación y civismo de todos aquellos ciclistas que circulan por las aceras de nuestras calles, esquivando y provocando algún que otro atropello a los sufridos peatones, además de infringir (algunos de ellos) el Código de Circulación. Como vehículo que es la bicicleta, ésta y su ocupante deberían circular por la calzada y en caso de tener que usar las aceras, apearse de la montura. Comprendo lo peligroso que es circular por las calzadas, pero exijamos más carriles-bici y prudencia a los intocables automovilistas. Bastantes obstáculos tenemos ya los usuarios de las aceras y otras zonas peatonales. Enrique García García (León). Javier (En el debate de diariodeleon.es).

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