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Publicado por
MANUEL ALCÁNTARA
León

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A UNOS LES parece bien el artículo 15 y a otros les parece mal, pero a todos les parece caro. La ley que obliga a retirar símbolos franquistas, incluidos los de las iglesias, nos puede salir por un pico y por una pala, que es la herramienta imprescindible para enterrar y desenterrar muertos. La Administración deberá quitar escudos o nombres de calles de la dictadura, pero eso quizá no debiera hacerse de una forma dictatorial. Habría que esperar a que esos nombres se desprendieran solos. Es cuestión de tiempo. Este seguro servidor de ustedes -todos los que me hacen la caridad de leerme- deben permitirme que use mi ejemplo: vivo la mayor parte del año en un pueblo antes marinero y ahora enladrillado hasta la orilla. Debe su nombre bélico -Rincón de la Victoria- a un triunfo antiguo: de los Reyes Católicos por más señas. Mi calle se llama calle del Túnel porque por aquí pasaba un trenecillo costero, verde, lento y sonoro. No se refería el túnel al túnel del tiempo, sino a las horadadas colinas que limitan con el rebalaje. Confío en que no haya que cambiarle el nombre, pero en Madrid vivo en la calle General Moscardó y ahí puede venir el lío. Nunca he tenido tarjetas de visita, ya que no suelo hacerlas, comprobado que la gente suele devolver las visitas, pero sí papeles y sobres. Me hubiera dado igual vivir en la calle General Miaja, ya que mi deseo ha sido siempre vivir, en la medida que me dejen, pero el caso es que mi calle sigue siendo mi calle. No camino de cualquier parte, sino del restaurante Combarro y del Santiago Bernabéu. Ya me había acostumbrado, del mismo modo que me he ido acostumbrando a ser español. Ahora pueden variar las cosas. Hay quien entiende el tiempo nuevo por cambiar la guía de teléfonos, en vez de cambiar el Concordato. 1397124194

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