EN POCAS PALABRAS
Cataluña, en vilo
EL CIERRE de algunas vías de Cercanías de RENFE en Barcelona para poder avanzar en las obras del AVE mantuvo ayer en vilo a los ciudadanos, pero finalmente el transporte alternativo con autobuses funcionó y no se registró el temido colapso viario pese a que el tráfico urbano experimentó un incremento del 10% en el número de automóviles, lo que indica que una parte de los usuarios de Renfe utilizaron su coche particular. Lo que ya no está tan claro es que el AVE Madrid-Barcelona pueda estrenarse el 21 de diciembre como prometió solemnemente Zapatero. Ayer, el consejero de Obras Públicas, Joaquim Nadal, manifestaba que el AVE no podrá llegar «con la premura con que se estaba planteando», y el secretario de Estado de Infraestructuras, Víctor Morlán miraba para otro lado.