Un delito repugnante

TODOS estamos impactados por el vídeo, tomado por la cámara de seguridad de un vagón de los ferrocarriles de la Generalitat, en el que se contempla la agresión de un chico a una menor ecuatoriana. El agresor, de 21 años y vecino de Santa Coloma de Cervelló, fue detenido y presentado al juez, pero, al no haberse personado el fiscal, ha quedado en libertad con cargos. Es irritante que un sujeto como éste, capaz de cometer fríamente una agresión como la que todos hemos visto, no pueda ser preventivamente encarcelado para cumplir una pena que, por la repulsa social que su detestable comportamiento provoca, debería ser importante. Esta inmediata puesta en libertad, aunque sin duda correcta jurídicamente, equivale a la práctica impunidad de un delito repugnante.