Nuevo homenaje a Fuentes Quintana

DE NUEVO, el profesor Enrique Fuente Quintana, que, por voluntad propia, reposa para siempre en su amada villa palentina de Carrión de los Condes, ha recibidoreiterados y emotivos recuerdos de todos los asistentes al acto inaugural del curso académico celebrado en el Aula Magna de la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas, institución que presidió durante varios años de forma magistral, como todo lo que hizo a lo largo de su vida. Este evento contó con la presencia de los miembros de las siete reales academias con sede en Madrid, la ministra de Educación y Ciencia, doña Mercedes Cabrera, el profesor Salustiano del Campo y Urbano, en representación del Instituto de España y, por supuesto, la familia Fuentes-Quintana al completo, congregados bajo la honorable presidencia de su majestad el Rey don Juan Carlos I , acompañado por el presidente accidental, el profesor Juan Velarde Fuertes. En el turno de las intervenciones de alto abolengo destacó la llevada a cabo por el profesor José Luis Pinillo, que exhibió, una vez más, la hondura de su pensamiento. El profesor Pinillo, buceando desde la cultura clásica de los griegos, supo presentar una visión histórica completa de todo lo que se desprende del concepto de realidad. La ministra supo exponer la intensa y profunda tarea de las Academias y, finalmente, el Rey, después de refrendar la ejecutoria de las reales academias, quiso tener y lo tuvo, una marcada nota de elogio al gran economista Enrique Fuentes Quintana, sentimiento compartido por todos los asistentes. Las palabras de don Juan Carlos no pudieron ser más elogiosas para quien, entre otras muchas cosas, participó en el desarrollo del Plan de Estabilización de 1959, en la asesoría de los Planes de Desarrollo del 1962-1971 y, finalmente, en los transcendentes Pactos de la Moncloa. Con ello terminó un acto solemne en el cual las máximas autoridades de España recibieron una lección soberana y, a la vez, tuvieron la impresión de que el pasado 6 de junio, no sólo las tierras palentinas, sino toda España sufrieron una pérdida de gran valor, la del insustituible profesor Enrique Fuentes Quintana.