Una crisis irremediable

LOS EXPERTOS económicos y la clase política están siguiendo atentamente la evolución del precio del crudo petrolífero, que ya está muy cercano a su máximo histórico en valores absolutos. Si realmente existe una insuficiencia de oferta, como parece, debida sobre todo al incremento exponencial del consumo de los países emergentes y a la insuficiencia denuevas explotaciones -¿para qué hacer nuevas prospecciones si las que ya existen son cada vez más rentables?-, hay que ponerse en lo peor. Porque los precios seguirán subiendo hasta que dejen de hacerlo porque la demanda deje de aumentar, esto es, hasta que la economía deje de crecer. Parece claro que las fuerzas espontáneas del mercado no serán capaces de ofrecernos energía a precios razonables. Para conseguirlo hay dos caminos, ambos artificiales y que requiere la intervención del establishment político: el retorno intensivo a la energía nuclear y la inversión en nuevas prospecciones petrolíferas. Pero hasta que se llegue a esta conclusión, la crisis parece inevitable. Sin ella, faltará la voluntad necesaria para poner la solución en pie.