Cerrar
León

Creado:

Actualizado:

EL ALCALDE de León duerme con pijama, según hemos sabido por él mismo, como fue la propia Marilyn quien confesó hacerlo sólo con unas gotas de Chanel nº 5. Lo importante es dormir, tal vez soñar, según los versos de Calderón. Y tanto Francisco Fernández como Juan Vicente Herrera debieron de hacerlo a pierna suelta tras su reunión en Valladolid, en la que ambos cumplieron con el deber de la ejemplaridad, demostrar que la discrepancia es compatible con la colaboración. El día anterior, unas declaraciones del presidente de la Junta permitieron esperarlo, al referirse a Fernández como «»Mi amigo Paco, el alcalde de todos los leoneses»». Ya está bien de hacer una guerra púnica de todo. Fernández tiene derecho a elegir su propio pijama, pues sus reivindicaciones son legítimas, formuladas desde el respeto absoluto hacia las instituciones y personas. Sólo decepcionó a quienes esperaban encontrarse a un independentista visceral y se encontraron a un político cordial y dialogante. Herrera apostó por la mejor campaña de márkenting: dar afecto para recibirlo, respetar para ser respetado, en definitiva, una concepción del rival como amigo. Y le salió bien porque nuestro alcalde comparte esos planteamientos. Basta ya de limitar las buenas relaciones institucionales a ser del mismo partido. Lo meritorio es colaborar con quienes discrepas. El político leonés declaró al término de la reunión que confiaba en la palabra de Herrera. Es decir, ni siquiera cuestionó que pudiera incumplirla. Ambos actuaron con caballerosidad política. Y sí, León y la Comunidad saldrán beneficiadas de unas relaciones cordiales entre estas dos instituciones, regidas por partidos rivales, pero sólidos pilares de nuestra democracia. Ser persona, después político, Dormir, tal vez soñar.