Tiempo de crisis

HACER un seguimiento de los movimientos de los líderes políticos, resulta a veces complicado, al deducir unas conclusiones válidas que sirvan para comprender lo que sucede en el ámbito internacional. Así, en cuestión de pocos días, Vladimir Putin ha tenido una cumbre con los europeos en Portugal; a Londres han viajado los líderes de Egipto, Irak y Arabia Saudí; mientras que Sarkozy y Angela Merkel se reúnen en Washington con Bush. Entonces podemos preguntarnos: ¿Qué es lo que está pasando? Uno de los índices más claros de la inestabilidad mundial que vivimos es el incremento del precio del barril de petróleo que llega ya a 90 dólares; y es que los conflictos sin resolver se acumulan, lo que genera una gran inestabilidad al aumentar el nivel de riesgo por máxima conflictividad. Por eso creo que estamos en un tiempo de crisis, en el cual, los organismos internacionales no son capaces de poner orden y los conflictos se salen del control norma l, del diálogo y acuerdo entre las naciones. La gravedad de los conflictos internaionales crece continuamente. Me voy a referir a los dos más inmediatos: Turquía e Irán. A la vista está que ambos pueden conducir a una situación muy peligrosa. Pero también hay otros conflictos enquistados como por ejemplo: el Sahara, Darfur, Kosovo y Palestina, además de aquellos en erupción como Irak y Afganistán. El más urgente, probablemente, es el de Turquía que tiene una difícil salida diplomática. Porque el tiempo corre en su contra, toda vez que el invierno se acerca y un ejército convencional tiene muchas dificultades para enfrentarse a las guerrillas del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) en terrenos de alta montaña que ellos dominan. Políticamente esta acción pondría a Turquía enfrentada a la comunidad internacional, por entrar en Irak, lo que la dejaría aislada. Del otro conflicto, el de Irán que no es tan inmediato pero de más gravedad, trataremos próximamente.