Una muestra que vale mucho

ES CIERTO que unos proyectos cuestan más que otros, que hay que invertir en planes que beneficien a un elevado número de ciudadanos y también en el desarrollo e impulso de las poblaciones, tanto rurales como urbanas. Y es que... bienvenido sea el dinero que llega de fuera para proyectos de dentro, esto es, de las administraciones autonómicas y/o central para una ciudad como Ponferrada. Y es que, la capital berciana se ha convertido en los últimos años, y con una fuerza importante desde la primavera del presente 2007, en un auténtico polo de atracción turística, como lo demuestra el hecho de que los hoteles de la ciudad llevan más de medio año con el cartel de «completo» colgado, como se encontró sin ir mas lejos la selección de Polonia que tuvo que hospedarse en la capital leonesa por falta de plazas en Ponferrada. La restauración del castillo de los templarios junto a otras ofertas turísticas como el Museo de la Radio o el del Ferrocarril, entre otras, han disparado las vistas a la ciudad, como reflejan los propios datos de la Oficina de Turismo. El Ayuntamiento de la capital ha querido dejar patente que la cultura, tradición y patrimonio con que cuenta Ponferrada no merece otra cosa que impulsarse y promocionarse por el rico valor histórico que la respalda. Ha aportado dinero y conseguido fondos de distintas administraciones. Vamos, que realmente parece que está lavando el rostro de la ciudad dotándola de una mayor belleza de cara al forastero. Todo esto está muy bien, y la Junta de Castilla y León lo sabe y lo apoya. Y claro, si se pide dinero para un plan y se recibe más del necesario ¿quién va a protestar?, salvo aquellos que se encuentren en la oposición política. La muestra que por excelencia acoge Ponferrada desde el pasado mes de mayo, Las Edades del Hombre bajo la identidad «Yo Camino» está teniendo éxito, más del esperado para algunos y algo escaso para otros que en su día se atrevieron a cuantificar las visitas en cerca de 700.000 (se prevén 400.000 tras la ampliación). Una media de 16.000 visitas semanales no está mal. Y claro, a última hora a muchos se les ha echado el tiempo encima para poder verla y la reserva de plazas para acceder a la muestra se ha incrementado a sabiendas de que en breve se cerrará. Es aquí donde personalmente quiero hacer hincapié. Las peticiones de la propia Iglesia, colectivos y asociaciones para que la muestra amplíe su plazo de apertura, previsto para el 24 de noviembre, han desencadenado que la Junta de Castilla y León acepte el reto propuesto: ampliar el periodo de apertura de la muestra tres semanas más, aprovechando la riqueza económica que puede suponer para la ciudad el puente de la Inmaculada o el de la Constitución. La Junta acepta así que todos contentos. Aunque, ¿todos? ¿o unos más que otros?. Soy el primero que opino que la medida es buena, pero no logro entender que la ampliación del calendario de apertura de la muestra cueste 1,1 millones. Sinceramente, ¿tantos gastos supone? ¿o es que más de uno aprovecha la ocasión para llevarse algo más que un buen recuerdo de la muestra al bolsillo?. Casi 200 millones de las antiguas pesetas dan para mucho más que para prolongar la muestra, ¿no creen?.