EL REINO DE LA LLUVIA
Tolerantes e idiotas
A VER si tenemos suerte y encontramos a alguien que sea capaz de dar explicación a algunas de las situaciones que vivimos y que nuestra corta mente no llega a comprender. A ver si entre esta eficiente clase política, entre esos jueces tan honorables y esos ilustrados líderes sociales, son capaces de ilustrarnos, precisamente hoy que es un día tan nostálgico. Por ejemplo, ¿alguien podría razonarnos cuál es la diferencia que puede haber entre un descerebrado etarra que mata de un tiro en la nuca a un bendito ciudadano porque no comparte su forma de pensar y un descerebrado nazi que mata de una puñalada en el corazón, a otro bendito ciudadano, por lo mismo? ¿Alguien va a poder convencernos que la Ley de Partidos Políticos fue aprobada para defendernos de los dementes, o sólo de los dementes con una determinada inclinación? ¿Pueden estos mismos sabios políticos y judiciales decirnos por qué acuerdan suprimir todos los símbolos fascistas del franquismo, que está muy bien que lo hagan, y al mismo tiempo autorizan manifestaciones donde se exhiben armas y todo tipo de simbología nazi? ¿Pero no habíamos quedado que quienes no respetan la Constitución española, sean del signo que sean, quedaban fuera de juego? Este es un país muy difícil de entender. Sobre todo si escuchas con cierta atención a determinados intelectuales de la talla del propio fiscal general del Estado y algún que otro similar que tratan de explicar lo inexplicable. Porque aquí sólo hay una realidad y es que las guerrillas nazis están de enhorabuena. Nuestra democracia las protege y nuestro Estado de Derecho las ampara. No vaya a ser que nos acusen de falta de democracia y de tolerancia. Por encima de todo, nosotros somos demócratas, tolerantes e idiotas. Porque por respetar respetamos hasta a nuestros propios asesinos.